Dunning-Kruger

Por Hugo Díaz Aguilera

La columna de hoy lleva como título los apellidos de dos sicólogos sociales que gracias a sus estudios en el comportamiento de ciertos individuos terminaron por descubrir un sesgo cognitivo que se denomina efecto Dunning-Kruger en honor a sus autores.

Un sesgo cognitivo (sin ahondar en temas de sicología) no es otra cosa más que la irracionalidad con la que un sujeto actúa producto de  una interpretación equivocada de las cosas. El efecto mencionado es uno de tantos reconocidos por la sicología y que afectan a diversos sectores de la población.

Dicho efecto lo padecen quienes ante su incompetencia les resulta sumamente difícil darse cuenta del conjunto de habilidades que deben tenerse para realizar una determinada tarea, y en consecuencia subestiman a quienes las realizan y las tachan de erróneas.

En la función pública encontramos innumerables ejemplos de este tipo de sujetos que pasadas las campañas electorales y ya en funciones como servidores se  convierten en verdaderos fiascos, pues terminan siendo todo lo que anteriormente habían criticado.

Los mexicanos vivimos hoy una situación que ilustra de manera muy didáctica  este efecto. El elector debe saber de las consecuencias de este sesgo para poder identificar en lo sucesivo cuando tengamos la probabilidad de encontrarnos ante ello pues ya nos dimos cuenta que la factura a pagar es muy alta y sus consecuencias pueden ser de vida o muerte.

En la región carbonífera tenemos en Múquiz una alcaldesa electa  que entrará en funciones el primero de enero y que se ha cansado de decir que el trabajo realizado por la actual administración ha sido un desastre. En San Juan de Sabinas este tipo de comportamiento ha comenzado a asomarse aunque en menor grado.

Parte del estudio de David Dunning y Justin Kruger sugiere que los sujetos incompetentes tienden a sobrestimar sus propias habilidades y les resulta difícil reconocer las habilidades de los demás.

En el colectivo muzquence, los fatuos argumentos de la alcaldesa electa le alcanzaron para obtener la victoria, pero estamos a 17 días que comience el ejercicio del poder, la hora buena, el momento en que cada decisión que se tome produzca el efecto esperado por todos aquellos que salieron a las urnas y apoyaron su proyecto.

Es allí y solamente allí donde podremos comprobar si los estudios de los sicólogos sociales en mención aplican con nuestros políticos regionales o si éstos serán la excepción de la regla. Pero una cosa queda clara,  las promesas de campaña deben ser a partir de hoy promesas y planes que puedan ser alcanzadas, que puedan cristalizarse y que sean de acuerdo al presupuesto que se reciba. ¿o ya se olvidaron de los recortes que aplicó la federación? Recursos por fondo minero, fondo de hidrocarburos, fondo de desastres naturales, fondo metropolitano entre otros con los que hoy ya no se cuenta.