Israel Mendoza Pérez
@imendozape
La atrabancada aspiración de Xóchitl Gálvez, por ser la abanderada del panismo rumbo a los comicios en la CDMX para 2024, la tiene confrontada con la dirigencia nacional de PAN encabezada por Marko Cortés Mendoza. Su estilo es hechura de la campaña de Vicente Fox en la contienda del año 2000.
Vicente Fox fue quien incluyó a Xóchitl Gálvez en su equipo de trabajo. Aunque la aspiración de la hidalguense es válida, las posibilidades de conseguir un triunfo se anulan. Ella no trae un discurso antisistema, solo es la declaración estridente y el estilo arrebatado foxista.
La senadora Gálvez al igual que Santiago Creel son creaciones del foxismo. Ellos formaron parte de una efímera clase política nacida entre la transición democrática y la frivolidad del estilo de Vicente Fox. Fueron de los integrantes de llamado “gabinetazo” que sólo quedó en el imaginario del político guanajuatense. A final de cuentas también estuvo peleado con Acción Nacional, por la razón de no incluir al panismo histórico en su equipo de gobierno.
En esta época son las declaraciones imprudentes de la senadora las que prenden como hornilla, la división del PAN, según ella, el dirigente nacional panista le expresó: “Tú no eres militante del PAN”. Hacer esa revelación, la convierte en una aspirante que se confronta con el partido que tiene la posibilidad de manejar a la mancuerna para la presidencia y la Jefatura de Gobierno en 2024.
Lo que no mide la senadora es que sus declaraciones dan tumbos en los partidos políticos. Ella está dispuesta, incluso, a pelearle un lugar a Movimiento Ciudadano, y hacer a un lado a personajes como Salomón Chertorivski quien es afín al partido emecista. La necesidad de lograr la candidatura al la Jefatura de Gobierno tiene que pasar por el tamiz de los tres partidos en la ciudad y medirse con su homóloga Kenia López Rabadán, el alcalde Santiago Taboada, el diputado Luis Cházaro y el también alcalde Adrián Ruvalcaba.
Lo extraño en su caso es que aunque ella es originaria de Hidalgo, su trabajo político lo incrusta en la CDMX, pues sus críticos señalan que en el estado del que ella es oriunda no es bien visto su desempeño y la ven más bien como acomodaticia y por el momento su apuesta es convencer a Dante Delgado de sumarse a la alianza Va por México.
Xóchitl Gálvez tiene en su ADN político, la escuela foxista. Eso es lo negativo en su aspiración. No es panista de cepa, tampoco independiente. Sabe vivir del erario, de lo contrario dejaría los cargos con los que se ha dado a conocer y regresaría a su hábitat natural que es la iniciativa privada.
Ser la candidata del PAN no es fácil cuando ella sabe que va en contra del panismo y de la propia dirigencia. Tampoco tiene un capital político que sirva como amortiguador ante la defensa que harán morenista en la ciudad de México. La oportunidad para que gane la oposición es manifiesta, pero ir con Gálvez es un suicidio para la alianza.