Israel Mendoza Pérez
@imendozape
Un escándalo está en ciernes para la secretaria de seguridad, Rosa Icela Rodríguez y a la coordinadora General de Puertos y Marina Mercante, la Capitana de Altura, Ana Laura López Bautista, ya que la realidad de la introducción de fentanilo es evidente. Pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador, volvió a retomar el tema de puertos y la droga sintética y recalcó que “están controlando los puertos” para que no entre la droga a México y llegue a territorio norteamericano.
Sin embargo, en los análisis de seguridad, los focos rojos detectan que una de las principales puertas de entrada para el fentanilo es el puerto de Manzanillo, según han revelado expertos en la materia. El ingreso de drogas en el Puerto, es el principal detonador de violencia en Colima.
A principios de este año, las autoridades anunciaron que investigan una complicada red y eje de operaciones del crimen organizado dedicado al tráfico de fentanilo desde Asia hasta Manzanillo, Colima, para luego llevar la droga a Sinaloa y Baja California y transportarla hasta Estados Unidos.
Según el informe derivado de un análisis, la operación comienza con la importación vía marítima de la sustancia desde el puerto de Quindao, China, pasa por el puerto de Busan, Corea del Sur y llega al puerto de Manzanillo, Colima, esto a través de una empresa farmacéutica y de medicamentos con presencia en Culiacán, Sinaloa y Tijuana, Baja California.
Los esfuerzos para acabar con la corrupción en las aduanas y puertos, se convierte en una tarea pendiente para Rosa Icela y Ana Laura López. Al delegar a mandos militares su control y vigilancia, al parecer no han causado mella en el puerto de Manzanillo, que se encuentra bajo el mando de Salvador Gómez Meillón.
En torno a la gestión de este almirante en retiro, circulan varias y graves acusaciones y cada día se suman más. Al ex comandante de la Sexta Región Naval de Manzanillo se le acusa de entregar permisos ilegales a empresas propiedad de sus amigos para operar la llegada y salida de contenedores.
También se le señala de iniciar procedimientos judiciales para intentar apropiarse de 35 mil metros cuadrados con documentos apócrifos. Además de haber sido ratificado como presidente de la Comunidad Portuaria de Manzanillo (Copoma), organización empresarial que lo coloca en una situación clara de conflicto de interés, refieren fuentes internas.
Tan pronto como se hicieron públicos algunos de estas irregularidades que se viven en la Administración del Sistema Portuario Nacional Manzanillo (Asipona-Manzanillo), se filtró a los medios la salida de Omar Lepe, gerente de Operaciones del puerto desde 2003. En su lugar ya se encuentra Gregorio Barrera Candelario, según los registros.
Sin embargo, eso no llevó la calma al puerto. Mucho menos el contrato millonario que entregó Gómez Meillón en 2022 para la “seguridad y protección de las instalaciones portuarias” de 2022 a 2024 por más de 191 millones de pesos a la empresa Centauro Integral o la millonada que se ha erogado, solo en lo que va de 2023, en contratos para dar mantenimiento a los equipos de revisión no intrusiva.
La incapacidad de Gómez Meillón habría generado la molestia del secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, quien ya dio el manotazo y ordenó una revisión exhaustiva de lo que ocurre al interior de la Asipona, contratos, concesiones, licencias, permisos y autorizaciones, pues no se permitirá más corrupción.