Israel Mendoza Pérez
@imendozape
La conmemoración del 18 de marzo, levantó una polvareda al interior del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, en contra de quien encumbró a Ricardo Aldana Prieto como secretario general del sindicato. Luisa María Alcalde, la secretaria del Trabajo, de la cuatroté entregó, por desconocimiento o alguna componenda, en charola de plata el sindicato a uno de los personajes más siniestros del viejo régimen.
Motivada por una falsa democracia interna del sindicato operada desde la Secretaría del Trabajo a través de la plataforma Sirvolab, manejada por la cúpula del STPRM, las elecciones para la renovación de la dirigencia sindical terminaron en una enorme simulación. Incluso, con el uso de la mañanera como pasarela.
Con esa falsa democracia, Luisa María Alcalde Luján simuló frente al presidente Andrés Manuel López Obrador, un proceso interno saludable en el STPRM. Sin embargo, los resultados quedaron exhibidos en la 85 conmemoración de la expropiación petrolera. Aldana no estuvo en el templete de honor en el Zócalo capitalino y algunas secciones aprovecharon para salir a hacer evidente el rezago en el que viven los trabajadores afiliados al sindicato petrolero.
En Tamaulipas, trabajadores de la sección 36 acusan que los dirigentes cercanos a Ricardo Aldana, practican el moche y negociaciones a cambio de apoyos y lealtades compradas. En las plataformas también hay prácticas reprobables contra los trabajadores de secciones como la 42 y 47, de Ciudad del Carmen, con cobros de entre 15 mil y 18 mil pesos por cada contrato de 30 días equivalente a 60 mil pesos, por parte de personas allegadas al dirigente Víctor Kidnie.
El Comité Ejecutivo General (CEG) de Ricardo Aldana en el sindicato petrolero es una extensión del grupo de Romero Deschamps. Eso permitió y toleró la secretaria del Trabajo. Y ahora en el 85 aniversario quedó exhibido que no es el gusto del presidente Andrés Manuel López Obrador, la presencia de Aldana, cuando no es un simpatizante de la cuatroté y más bien se ubica en el bloque opositor.
De 70 años, la carrera política de Aldana Prieto se desarrolló de manera similar a la de Romero Deschamps: fue uno de los representantes ante el consejo de administración de Pemex, militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde 1979, senador y diputado. Hasta el escándalo del Pemexgate en el año 2000.
La dirigencia sindical de Aldana Prieto es la encarnación de los males del STPRM, una democracia llevada a los arrabales, una política de terror en las secciones sindicales, en las que los líderes, afines a Aldana Prieto, mantienen un control a través de prácticas del miedo y el chantaje. Tolerada desde la secretaría del Trabajo. Todos los defectos del sindicalismo se encuentran enquistados en la actualidad, la transformación no alcanzó al viejo sindicalismo.
La conmemoración del 85 aniversario de la expropiación petrolera es para los trabajadores de este sector, el momento adecuado para sacar a flote las opacidades y los rezagos que existen con un dirigente enquistado en una etapa en la que ni se va ni es un interlocutor válido para el actual gobierno. Aun así permanecerá hasta 2024.