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Dobleces

12 de Abril 2023

Señales

Israel Mendoza Pérez

Los amarres en Morena y desde Palacio Nacional se enfilan hacia el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Las señales son claras. En el último tramo del sexenio de la cuatroté, el operador clave es López Hernández, la crisis en el Instituto Nacional de Migración (INM), agudizada por la muerte de los 40 migrantes latinoamericanos fallecidos, fue el detonador para blindar la política interior y tener un control de daños.

Francisco Garduño Yáñez, comisionado del INM, ya no tiene cabida ni cercanía en Palacio Nacional. Hasta el momento, no le han pedido su renuncia; sin embargo, los movimientos del religioso Alejandro Solalinde, de darle una vuelta a la política migratoria de 180 grados, y el trabajo del secretario de Gobernación se enfilan a excluirlo antes de que se convierta en la pieza débil en un proyecto que avanzará y cerrará el sexenio.

Y es que, atender la crisis migratoria en Ciudad Juárez, le dio la oportunidad a Adán Augusto de evitar que esa situación se convirtiera en un descabezadero. Con ello, frenó, al mismo tiempo que, la sucesión adelantada se descarrilara, ya que el efecto de los migrantes pega en al menos dos de los posibles candidatos, Adán Augusto  y el canciller, Marcelo Ebrard Casaubon.

Desde 2021 en que se integró al gabinete presidencial, la punta de lanza del Presidente para operar los temas más importantes de la 4T como las grandes obras de infraestructura y las reformas aprobadas: guardia nacional y electoral. A Adán Augusto le ha encargado, además del país, el cabildeo a nivel legislativo y estatal de las reformas, y últimamente acude a eventos en representación del titular del Ejecutivo.

Su capacidad para defender e imponer el plan B de la Reforma Electoral, no solo lo consagró como un gran negociador y operador político, sino que le dio mucha exposición mediática. Suficiente para volver a darle a la secretaría el papel relevante ante la oposición y los poderes fácticos.

Adán Augusto ha aprovechado todos estos frentes para ir construyendo su candidatura, comenzando por la estructura con la que cuenta la Segob en diversos estados del país, así como la buena relación que lleva con gobernadores de dentro y fuera de su partido.

Según las encuestas, López Hernández garantiza no solo la continuidad del proyecto de López Obrador, lo que para las bases obradoristas sería suficiente para ungirlo como su candidato presidencial, sino que lo hace con un carácter de negociador y más moderado en sus expresiones políticas.

A estas alturas, y evitar la atomización de la sucesión, resulta evidente que el final del sexenio actual marca un momento crucial para el futuro político del país. Las apuestas se hacen más grandes y la competencia se intensifica para demostrar lealtades y posicionarse en los próximos gabinetes.

Adán Augusto López es la carta fuerte para dar continuidad al proceso de transformación, ya que como lo ha dicho el primer mandatario, aún “lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no termina de nacer”.

Pero en política no todo está dicho, las estadísticas de hoy son imágenes del momento, y esos resultados de intención de voto se pueden ver afectadas por las distintas coyunturas sociales, económicas y políticas. No es casualidad, por ejemplo, el acercamiento de Adán Augusto con el renovado INE, así como tampoco pasó desapercibido que el tabasqueño se quedó al frente mientras López Obrador tenía unos días de descanso en su rancho de Palenque.