“Declaratoria de emergencia ante la sequía” ¿Y los fondos federales?

ÁLVARO MOREIRA

Todos conocemos el grado de afectación que vivimos los habitantes del norte del país a causa de la sequía severa. En Coahuila, desafortunadamente no existe una sola región territorial que no esté perjudicada por este fenómeno.

A pesar de que este problema fue advertido por las autoridades locales desde muchos meses atrás, alertando acerca de los estragos que estaba ocasionando a cultivos y al ganado en toda la entidad, no fue sino hasta hace un par de semanas que Conagua emitió el Acuerdo de inicio de emergencia por ocurrencia de sequía.

Esta declaratoria de emergencia trae consigo la aplicación de algunas medidas transitorias, como es la limitación de los derechos de agua para dar preferencia al uso doméstico y público urbano, o la cesión temporal a terceros del uso total o parcial de este líquido con el fin de satisfacer el abasto a las personas.

Si bien lo anterior sirve para dar prioridad al agua para consumo humano, poco efecto tendrá en la práctica pues no dispone de recursos extraordinarios para atender esta situación. Y es que para dar solución no basta con promover la eficiencia en su uso, pues eso es algo que de forma permanente se busca por parte de las comisiones estatales y los organismos operadores; sino que se requiere de la conformación de un fondo de emergencia para atender esta problemática que está presente de forma grave en todo el país.

Contrario a ello, la actual administración federal ha ido retirando distintos apoyos y disminuido su presupuesto en millones de pesos para enfrentar este tipo de fenómenos, viendo hoy las consecuencias de esta falsa austeridad.

Por su parte, Coahuila ha buscado alternativas con sus propios recursos para garantizar este vital recurso, como son pozos de agua a base de energía solar y llevando a cabo mayores perforaciones para encontrar nuevas fuentes de abastecimiento. Sin embargo, se requiere trabajar en sinergia con todos los niveles de gobierno y proyectar mayores fondos a nuestra entidad, al ser una de las más afectadas.

Desde el Congreso, las diputadas y los diputados del Partido Revolucionario Institucional seguiremos alzando la voz, exigiendo mayores recursos y la aplicación de programas que prevengan y mitiguen los efectos negativos de la sequía.

Me despido de ustedes amigos, esperando reunirnos de nuevo, por este medio, la próxima semana. Que Dios los bendiga.