CBTIS 20

HUGO DÍAZ AGUILERA

Las acciones que se han emprendido para que más jóvenes tengan acceso a una educación han comenzado a caer en un abaratamiento preocupante de lo que en algún tiempo fueron ofertas con una demanda considerable.

La preocupación del que esto escribe es doble por el anuncio hecho recientemente en una las instituciones de nivel medio superior en las regiones Carbonífera y Cinco Manantiales que aglutinan a diez municipios tres de ellos de más de 50 mil habitantes, al mencionar que no se aplicará examen de admisión para incorporarse a sus filas.

Se trata del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios número veinte conocido como CBTIS 20 por sus siglas. Dicha institución se ha distinguido por el nivel académico con el que egresan sus estudiantes, preparación que les permite comenzar una carrera universitaria, integrarse a la población económicamente activa o ambas opciones, es decir, estudiar y trabajar.

Está por cumplir 55 años de su creación y se ha mantenido desde entonces como la primera opción de muchos egresados de secundaria que aspiran a continuar con una carrera profesional, antaño cuando la situación económica era más difícil, era la primera opción para quienes tenían que trabajar al terminar el bachillerato.

Enlistar los nombres de maestros que gracias a su trabajo lograron imprimirle el sello de uno de los mejores planteles en el estado sería no solo tedioso sino que además injusto pues omitiría a alguno y pudiera caer en pecado.

El servidor formó parte de la generación 1985-1988, atrás de esa generación venía el actual alcalde de Progreso Lico Quintanilla, un poco más atrás estaba el actual diputado Jesús Montemayor Garza y junto con el, quien ahora es rector de la Universidad Tecnológica de la Región Carbonífera, el doctor Sergio Villarreal entre otros.

Para ingresar al CBTIS 20 había que dedicarle un buen tiempo de talacha y arrastrar el lápiz durante los cursos de inducción, el fracasar en ese intento era prácticamente desviar la dirección de lo que podía ser una prominente carrera profesional, pero el mundo no se acababa. 

Hoy parece ser que la exigencia por demostrar que el aspirante a ingresar a dicha escuela cuenta con la capacidad y habilidades en diversos campos como el razonamiento matemático y verbal que permitan a los mejores estar en la institución y ganar mayor prestigio ha quedado sepultada y en el olvido.

No hay que olvidar que un examen de admisión permite analizar y destacar habilidades y talentos de los aspirantes para ver si las mismas encuadran o empatan con los perfiles de egreso que se trabajan en  una institución educativa.

Antaño se hinchaba el pecho al mencionar que alguien había egresado de la secundaria federal de Rosita y del CBTIS 20. ¿Con qué materia prima  se va a trabajar para formar al ciudadano del siglo 21 que exige la Nueva Escuela Mexicana?