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José Inocencio Aguirre Willars. Foto: Especial

José Inocencio Aguirre Willars. Foto: Especial

14 de Noviembre 2024

Ganó Trump, pero ¿y México? (II)

Por: José Inocencio Aguirre Willar

¡Hola! Muy buenos días, tardes o noches, dependiendo la hora en que me lean.

Ganó Trump, y buscamos analizar el impacto real que tendremos en México con su segundo mandato, en el artículo anterior esbozamos los principales temas que enfrentamos como nación durante la primera administración de Trump, hoy buscaremos analizar cómo nos fue con Obama y Biden.

Durante los años de Obama, las relaciones comerciales entre México y EE. UU. fueron generalmente favorables. El TLCAN estaba en plena vigencia, promoviendo la integración económica y el comercio libre de aranceles. Hubo un crecimiento en la inversión extranjera directa en México, impulsada por la estabilidad económica y las reformas estructurales llevadas a cabo por el entonces presidente Enrique Peña Nieto.

Aunque Obama fue conocido como el “Deporter in Chief” debido a las altas cifras de deportaciones, también implementó políticas que beneficiaron a inmigrantes, como el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). Las deportaciones masivas generaron tensiones, pero no al nivel de las provocadas por las abruptas políticas de Trump.

Las relaciones bilaterales en la era Obama fueron generalmente positivas. Obama y Peña Nieto trabajaron juntos en diversas áreas, incluyendo la cooperación en seguridad y la lucha contra el narcotráfico. La Iniciativa Mérida, un acuerdo de cooperación en temas de seguridad, se mantuvo vigente y fue un pilar fundamental en la relación bilateral.

Con Biden, se ha buscado una vuelta a un enfoque multilateral y diplomático en las relaciones comerciales y políticas. Biden ha mostrado un compromiso de fortalecer el T-MEC y mejorar la cooperación económica con México. Aunque enfrentando los desafíos de la pandemia del COVID-19, las perspectivas de cooperación económica parecen más estables.

Biden ha intentado revertir algunas de las políticas migratorias más estrictas de Trump. Ha intentado avanzar en una reforma migratoria y ha propuesto mecanismos para gestionar la migración de manera más humana. Sin embargo, los problemas en la frontera siguen siendo un desafío significativo.

La relación bilateral ha mejorado con un enfoque más colaborativo. AMLO y Biden han mostrado interés en trabajar juntos para abordar problemas como el cambio climático, la lucha contra el narcotráfico y la migración, promoviendo un enfoque más comprensivo y cooperativo.

Es decir, con Trump fue mucho ruido y pocas nueces en relación con lo que amenazó contra lo que en realidad logró realizar, en particular en materia migratoria, y en la parte económica se llegó a buenos acuerdos para ambas partes. Y con los demócratas, aunque en la forma nos tendieron la mano, en la práctica los resultados no fueron muy distintos que con los republicanos.

Siendo pragmáticos, creo que al país le conviene tener una figura fuerte y decidida en el país vecino que puede servir de contrapeso a una presidenta que hoy por hoy concentra todos los poderes en su persona. No es lo ideal, pero al final del día puede terminar siendo algo positivo para México.

Saludos a todas y a todos y por aquí nos vemos la próxima semana.