AMLO y el periodismo

Por Luis Guillermo Hernández Aranda 

Gracias a un reportaje de investigación nos enteramos de la existencia de la Casa Blanca propiedad de Angélica Rivera en el sexenio anterior. El excelente trabajo del equipo de Carmen Aristegui puso en evidencia la corrupción en el gobierno de Enrique Peña Nieto. 

También gracias a otro reportaje nos enteramos de la Estafa Maestra. El trabajo de Mexicanos contra la Corrupción en conjunto con el portal de Animal Político evidenció la corrupción en la Sedesol y en parte, gracias a esa investigación, hoy Rosario Robles está en la cárcel. 

De ahí que llame la atención la ligereza del presidente, Andrés Manuel López Obrador, para descalificar la investigación del equipo de Carlos Loret de Mola y que dejó al descubierto que Manuel Bartlett, titular de la Comisión Federal de Electricidad falseó su declaración patrimonial al no decir la verdad en cuánto al monto al que ascienda su fortuna y las propiedades que posee. También omitió declarar su participación en 12 empresas donde al menos en dos hay un conflicto de interés, sin embargo eso no fue obstáculo para obtener un contrato millonario con la Sedena por asignación directa.

Andrés Manuel López Obrador dice que no confía en las investigaciones periodísticas porque son pagadas por los conservadores para afectar su gobierno. ¿Esa lógica aplica también para los casos de la estafa maestra y la Casa Blanca? Por supuesto que no. Incluso Andrés Manuel López Obrador le debe en mucho su triunfo al periodismo de investigación que denunció muchos actos de corrupción provocando el hartazgo de la sociedad mexicana y como consecuencia votaron por una opción distinta al PRI y al PAN. 

El periodismo tiene el compromiso de evidenciar los excesos de la clase política, de denunciar sus actos de corrupción, pero pareciera que al presidente sólo le gusta el periodismo que devela lo que sucede en los gobiernos panistas, priistas y perredistas, pero no lo qué sucede en su gobierno demostrado un talante conservador y autoritario. Y es que en los hechos Andrés Manuel López Obrador se muestra muy alejado de lo que sería un verdadero presidente progresista y de izquierda. 

Ser periodista en México no es sencillo, mucho menos reportero. Contrario a lo que muchos piensas los ataques más recurrentes contra el gremio no provienen del crimen organizado, sino de la clase gobernante.

Diferentes informes de organizaciones como Artículo 19 revelan que los periodistas mexicanos sufren más agresiones por parte de servidores públicos que del crimen organizado. Las agresiones van desde acoso, hostigamiento, amenazas, intimidaciones y obviamente asesinatos. Las constantes descalificaciones de Andrés Manuel López Obrador son prueba de ello.

El reportaje #BienesRaícesBartlett  es un excelente trabajo periodístico que confirma lo que ya muchos sabíamos: que el poblano es sinónimo de corrupción y abuso del poder. 

@lharanda