AMLO: "¿Dónde está Mejía?"

PEDRO FUENTES

“¿Dónde está Mejía?”.

La pregunta la hizo recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador en una de sus conferencias mañaneras cuando se encontraba de gira por el centro del país. 

La hizo en un momento en el que quiso precisar algún dato y requería información precisa de su subsecretario en el Gabinete de Seguridad.

El suceso viene a cuento porque estamos en la etapa sucesoria del gobierno de Coahuila en la que ya se resaltan  las cualidades y las responsabilidades de cada aspirante con posibilidades reales a ese cargo.

Manolo Jiménez Salinas es uno de estos posibles contendientes por parte del Revolucionario Institucional, partido al que él y su familia han pertenecido desde siempre.

El joven Manolo, quien anda en el segundo lustro de los treintas, ha tenido en esta administración de Miguel Riquelme Solís una trayectoria breve, comparada con la de otros políticos que anteriormente han suspirado y aspirado por el cargo.

Es de reconocer que su paso como Alcalde de nuestra ciudad capital ha sido catalogado como muy bueno y ha brindado resultados palpables. Eso se lo reconocen medios de comunicación y empresarios que pertenecen a los organismos empresariales, sobre todo de constructores y desarrolladores. 

Además de dirigentes políticos afines a su proyecto, funcionarios y legisladores de su propio partido.

Manolo ha sido diputado local por un distrito electoral que incluye a Saltillo, dirigente de su partido en este municipio y ahora fue designado por el gobernador Riquelme como subsecretario de Inclusión y Desarrollo Social.

Por todo esto, Manolo es el más notable aspirante a suceder a Riquelme por parte del PRI.

Pero en Morena también ya se barajan nombres, sobre todo uno: el de Ricardo Mejía Berdeja.

Mejía Berdeja ha tenido una trayectoria que, sin lugar a dudas, también ha sido calificada como buena. Si hubiera tenido algún tropiezo, error o sospecha de actuación con un mínimo de duda, simplemente no se encontraría hoy donde el propio Presidente de México lo puso.

El coahuilense ha tenido diversas responsabilidades y funciones políticas y administrativas en Coahuila.

Ha sido líder estatal de los jóvenes PRI en Coahuila y diputado local por Mayoría en Torreón. También se desempeñó como secretario general de la CNOP y subsecretario de Gobierno en Coahuila, durante el tiempo que fue militante de ese partido político.

Ya en la integración de la Cuarta Transformación fungió como coordinador de Redes Ciudadanas pro AMLO en el año 2005.

Fue también secretario de Acción Política de Convergencia-Movimiento Ciudadano nacional, diputado federal en la LXII legislatura, representante ante el IFE de ese organismo, funcionario en la Segob.

Hoy se desempeña como subsecretario de Seguridad Pública desde que inició como presidente Andrés Manuel López Obrador.

Manolo y Ricardo cuentan con luz política propia y su experiencia los coloca en una posición privilegiada.

A Manolo se le percibe cercano al gobernador y su apoyo es definitivo, basta ver las notas de prensa y su aparición diaria y permanente.

Incluso hay malintencionados que dicen que en Saltillo hay dos alcaldes.

Mejía es cercano al presidente de la República y cuenta con la inercia de una administración que en la pasada contienda electoral arrasó con 11 de 15 gubernaturas.

En la carrera estatal, uno representa lo establecido y conocido. El otro, al nuevo régimen que representa la Cuarta Transformación.

Para muchos la principal disyuntiva radica en el dilema de seguir siendo “maltratados” por la Federación o alinearse a la 4T para mejorar la situación de Coahuila en la geopolítica nacional. 

Y es que como lo acabamos de ver en la visita que Andrés Manuel hizo a Sonora, Alfonso Durazo presumió un sinnúmero de apoyos presupuestarios para financiar proyectos del gobernador de Morena.

Y mientras eso sucede en Sonora, en Coahuila se le apuesta a seguir sacando dinero del Impuesto Sobre Nóminas. No hay más.

Aunque no hay nada asegurado, muchos se preguntan: ¿Mejía tendría el beneplácito de Palacio Nacional y todo el apoyo político que esto conlleva?

Por lo pronto Manolo se encuentra en su calidad de secretario estatal visitando todos los municipios, anunciando proyectos de obra y de servicios.

Mejía, por su parte, ya recibe en su despacho a personajes y actores principales que representan la participación ciudadana real y no de grupos; sobre todo de gente con muchas ganas de cambio, de un golpe duro de timón.

Sin duda el proceso de sucesión ya arrancó y la situación actual nos recordó una anécdota política.

Hace algunos años, un aspirante a la candidatura a gobernador y amigo del presidente en turno, organizaba carnes asadas en todo el territorio estatal. con amigos y simpatizantes como estrategia para lograr adeptos a sus pretensiones políticas por las diferentes regiones del estado.

Mientras tanto al otro “pretenso” al mismo cargo, un periodista le preguntó si eso no le preocupaba ya que su rival avanzaba a gran velocidad.

A eso contestó: “Pues mientras no haga carnes asadas en Los Pinos, no hay problema”.

Así que si el Presidente vuelve a preguntar dentro de un tiempo: ¿Dónde está Mejía”, seguramente le van a contestar: “anda moviéndose en Coahuila”.

Como decía aquel querido y apreciado periodista reportero Veremundo Duarte… Veremos y diremos.

 

“Manolo y Ricardo cuentan con luz política propia y su experiencia los coloca en una posición privilegiada”.