DALILA ESCOBAR
Luego de las experiencias en los anteriores foros escucha, en los sucesivos eliminarán el formato de presídium, dado que ha generado inconformidades entre las víctimas.
El próximo secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, confirmó que “vamos a desaparecer los presídiums, porque hay tanta gente que merecería estar ahí que terminarían muchos arriba y unos cuantos abajo; lo que sucederá es que ya no habrá presídiums y es una conclusión del foro de Morelia, de ahí derivó”.
Durazo destacó que “los foros han sido un espacio extraordinario para que las víctimas particularmente expresen sus propuestas, obviamente puede haber alguna deficiencia si algún atenuante existe es que es un trabajo organizado por voluntarios”.
Insistió en que los foros de Juárez y el de Torreón “fueron excepcionales y el de Morelia también, no obstante que no hayamos tenido la posibilidad de cumplir con todos los protocolos y las cortesías del caso”.
Sobre la postura de José Manuel Mireles, exlíder de autodefensas en Michoacán, quien se retiró del foro en esa entidad con el argumento de que se trataba de una farsa y un circo, Durazo expresó: “Mireles participó en el foro de la Huacana dos días después y tuvo una participación extraordinaria”.
Insistió en que “él es una gente muy valiosa con una gran experiencia y una vinculación extraordinaria con la base social que conoce la problemática, así es que para nosotros, con independencia de su crítica”.
“La inseguridad no es un problema de quién manda, sino que tiene que ver con la de calidad de las policías”, aseguró.
Durante el primer Foro Temático de Pacificación de la Drogas, en Cuernavaca, Morelos, Durazo dijo que el modelo de seguridad de Mando Único no es una prioridad, ya que invade a las atribuciones de los ediles en materia de seguridad pública local.
Mencionó que si dicha propuesta de combate a la inseguridad en realidad buscara unificar, se tendría que modificar la calidad de los elementos policiacos y la capacitación que obtienen.
Primero, opinó, se debe combatir la corrupción, ya que está práctica permite a los policías sirvan al crimen organizado.