Sondeo: por tradición y economía, saltillenses prefieren el entierro

Después de que fallece una persona, muchos de sus familiares tratan de cumplir la última voluntad del difunto y entre ellas está la de ser incinerado o enterrado.

Muchas personas no tienen aún claro qué es lo que pedirán que se haga con su cuerpo después de que dejen este mundo.

En un sondeo realizado por CAPITALMEDIA se les preguntó a algunos transeúntes sobre el tema y muchos dijeron que ni siquiera lo han pensado de manera detenida.

Ulises Rodríguez Beltrán, comerciante, indicó que tiene entendido que la cremación es cara, por lo que cree que tendrá un entierro, aunque no está seguro.

“Creo que no sería justo dejarles una carga económica a mis familiares, que desembolsen dinero para pagar mi cremación.

No sé la verdad cuánto cueste, pero supongo que es más caro”. Por su parte, Ana Isela Zúñiga, ama de casa, mencionó que ella tampoco lo ha pensado, pero también se inclina por “descansar en paz”, a la antigua, aunque reconoce que muchos difuntos son cremados.

“A mí no me gusta pensar en eso, yo no voy hacer ninguna petición especial, pero pienso que voy hacerlo como siempre, en el panteón”, refirió la señora ama de casa.

El estudiante de universidad, Jaime Gutiérrez Solís, fue quien dijo que sí preferiría la cremación y ser esparcido en un sitio, pero no especificó dónde.

“Sí me he fijado que muchos que fallecen últimamente se dice que los creman y aunque no sé la verdad, podría elegirlo, pero no sé a dónde me lleven, pero sí que sea un lugar en especial”.

El vendedor de pan y dulces, Ignacio Sánchez, mencionó que está “chapado a la antigua” y él quiere estar tres metros bajo tierra, como siempre ha sido.

“Yo quiero que me entierren así, como siempre, ni andar quemando nada, así como estoy y ya se acabó, normal como siempre se ha hecho”.

Joaquín Navarro, electricista, señaló que él piensa que será enterrado sin nada en especial, porque así ha sido la forma tradicional en su familia, como cuando murieron sus abuelos.

Algunas otras personas prefirieron no hablar de tema, ya que aseguraron no haber analizado de qué manera descansarán tras su “partida” ni los costos que su despedida implicaría para las personas cercanas a ellos y que se harían responsables del gasto.