Residuos de aguacate podrían frenar cáncer

Leslie Delgado 

En un esfuerzo por convertir residuos agroindustriales en recursos valiosos, la profesora investigadora de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C), Mayela Salas lidera un innovador proyecto de investigación centrado en los desechos de aguacate. Esta investigación busca no solo dar un nuevo uso a los residuos que normalmente se desechan, sino también explorar su potencial en el desarrollo de tratamientos contra enfermedades graves, incluyendo el cáncer.

De la basura al laboratorio

El proyecto parte de un enfoque sostenible: aprovechar las grandes cantidades de residuos de aguacate, específicamente de la variedad Hass, que es la más común. 

“Recolectamos cáscaras y semillas de aguacate de diferentes restaurantes locales, donde la acumulación de estos residuos es considerable”, explicó. Estos restos, que en su mayoría son tratados como basura, fueron trasladados al laboratorio para su evaluación.

El proceso, que incluye la trituración, liofilización y purificación del fruto, ha permitido utilizar este material como sustrato en sistemas de cultivo líquidos. En una semana, el hongo utilizado en estos sistemas comenzó a generar grandes cantidades de fenoles, sin necesidad de transformaciones adicionales.

“El hongo empezó a producir los fenoles por sí solo, en diferentes sistemas y reactores. Esto nos abre una nueva puerta en la producción eficiente y sostenible de compuestos fenólicos, con aplicaciones potenciales en diversas industrias”, explicó.

El Poder del hongo ‘Aspergillus’

La investigación se enfocó en utilizar el hongo ‘Aspergillus’, un microorganismo conocido por su capacidad de descomponer materia orgánica. La cáscara y la semilla de aguacate fueron trituradas y acondicionadas para servir como sustrato para el crecimiento del hongo. “El hongo toma todos los nutrientes de la cáscara y la semilla, utilizándolos para su desarrollo”, comentó la investigadora.

Pero más allá de simplemente descomponer estos materiales, el ‘Aspergillus’ produjo moléculas de alto valor agregado. “Estas moléculas tienen actividades biológicas importantes, incluyendo la inhibición de la replicación de ciertos virus, la protección contra enfermedades cardiovasculares, y la reducción del estrés oxidativo”, detalló.

Aspergillus fumigatus es un hongo filamentoso hialino, saprófito, perteneciente al filo Ascomycota. Se encuentra formado por hifas hialinas tabicadas y puede tener reproducción sexual (con formación de ascosporas en el interior de ascas) y asexual (con formación de conidios).

Las colonias crecen rápidamente a 37 centígrados, son planas, compactas y tienen un aspecto aterciopelado y un color blanquecino que cambia a verde azulado o verde grisáceo. Aspergillus es uno de los principales hongos productores de micotoxinas. Las micotoxinas son metabolitos secundarios producidos y secretados por el hongo durante el proceso de degradación de la materia orgánica, como mecanismo de defensa frente a otros microorganismos. Existen aproximadamente 180 especies de Aspergillus, pero se sabe que poco menos de 40 de ellas causan infecciones en los seres humanos. 

Resultados prometedores en la lucha contra el cáncer

Uno de los hallazgos más destacados de la investigación es el efecto que estos compuestos generados por el hongo tienen sobre las células cancerígenas. 

Las moléculas fueron purificadas y probadas en líneas celulares tanto en cáncer hepático, como cervicouterino, donde se observaron resultados alentadores.

“Logramos disminuir la proliferación de células tumorales en un 70 por ciento”, afirmó, destacando el potencial de estos compuestos en futuros tratamientos oncológicos.

Implicaciones y futuro de la investigación

Este estudio no solo abre la puerta a nuevas aplicaciones médicas de los residuos de aguacate, sino que también plantea un modelo de economía circular, donde los desechos se transforman en recursos valiosos para la salud humana. Esta investigación continúa avanzando, con el objetivo de desarrollar tratamientos más efectivos y sostenibles para enfermedades graves como el cáncer.

Este descubrimiento pionero en la máxima casa de estudios de Coahuila, subraya la importancia de la investigación científica en la búsqueda de soluciones innovadoras a los desafíos actuales, desde la gestión de residuos hasta el combate de enfermedades.