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Pierde Diócesis de Saltillo a otro sacerdote por Covid-19

El párroco Gerardo Montelongo falleció este jueves a causa del covid-19. Foto: Especial

El párroco Gerardo Montelongo falleció este jueves a causa del covid-19. Foto: Especial

22 de Enero 2021

LESLIE DELGADO / NORMA RAMÍREZ

 

A unos días del deceso del padre Lalo Rodríguez a causa del Covid-19, este jueves perdió la vida otro párroco de la Diócesis de Saltillo, el sacerdote Gerardo Montelongo, quien oficiaba misa en la parroquia El Verbo Encarnado, en el municipio de Frontera. 

 

A través de un mensaje emitido por la Diócesis de Saltillo, se confirmó la muerte del sacerdote quien fue atendido en un hospital de Monterrey.

 

“Hoy a las 9:00 de la mañana ha sido llamado a la casa del padre nuestro párroco del Verbo Encarnado el padre Gerardo, nos unimos a la pena de su familia y toda la comunidad parroquial, confiamos en la misericordia de Dios” señaló el texto.

 

Por otro lado, según datos proporcionados por la sede eclesiástica debido al virus SARS-CoV-2 han fallecido cuatro sacerdotes diocesanos: José Gilberto Soto Arroyo, vicario del Sagrado Corazón de Jesús en Frontera; Pedro Pantoja Arreola, rector del templo de la Santa Cruz y asesor de Casa del Migrante así como Eduardo Rodríguez Sánchez, párroco en Nuestra Señora de Lourdes además de dos religiosos más.

 

No obstante, la Diócesis confirmó que hay tres sacerdotes más contagiados asintomáticos, sin embargo se encuentran aislados en sus respectivos domicilios, aunque no reveló sus nombres.

 

Van cuatro sacerdotes muertos en Piedras Negras

El sacerdote Juan Armando Renovato López y vocero  de la Diócesis de Piedras Negras, informó que a causa del coronavirus han fallecido cuatro párrocos y un religioso, mientras que seis más permanecen en cuarentena.

 

Renovato López pide a Dios que envíe más siervos pues la necesidad es mucha, pero se tiene que seguir con la labor de la evangelización y pastoreo de las ovejas.

 

El Covid-19 no distingue clases sociales, religiones, nacionalidades, profesiones ni color de piel, por eso  la necesidad de seguir cumpliendo con las medidas  necesarias de protección.

 

“Si nos duele que ya no están con nosotros, pero estamos esperanzando que Dios les de un lugar en el cielo, misma fe que  alienta a quienes nos quedamos  a seguir adelante”, concluyó.