No hay que comer de más, recomienda el IMSS

La comida propia de estas fiestas es rica en grasas y con gran aporte calórico por lo que el Instituto Mexicano del Seguro Social, recomienda no caer en excesos durante esta temporada decembrina.

Por ello exhorta a la población a llevar una dieta balanceada, privilegiar el consumo de agua y productos naturales como frutas y legumbres, comer con moderación los platillos de temporada, limitar, y en lo posible evitar, el alcohol durante las fiestas decembrinas.

La jefa del departamento de nutrición y dietética, Gabriela Hernández Beltrán, destacó que el exhorto viene a colación ante la llegada de la época navideña y del mal llamado “Maratón Guadalupe-Reyes”, en cuyo caso las celebraciones se extienden más allá de las tradicionales cenas del 24 y 31 de diciembre.

A decir de la especialista, está permitido ingerir una gran variedad de alimentos, pero siempre equilibrados y priorizar la inclusión de vegetales, frutas y verduras, sin dejar de lado las proteínas y carbohidratos en medida justa a la que el organismo necesita.

Si se va a consumir alimentos propios de la temporada, se recomienda una ensalada verde antes de ingerir los platos tradicionales de las posadas, para que disminuya el apetito y así, al llegar al plato fuerte, como son tamales, carnes rojas, pozole, menudo, burritos y pan dulce sea posible comer menos.
Respecto al tradicional ponche, la sugerencia es que se elabore con todas las frutas posibles y si es necesario endulzarlo con algún sustituto natural.
Tomar alcohol puede desencadenar serias afectaciones a personas con enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, afecciones cardiacas, gastritis y úlceras, al igual que quienes padecen de sobrepeso y obesidad. Lo ideal es evitarlo o bien moderarlo.

Asimismo es importante procurar alimentos ricos en vitamina C -que fortalecen el sistema inmunológico-, realizar una caminata mínimo de 30 minutos diarios y evitar desvelarse.

La especialista reiteró que la temporada decembrina debe ser un espacio para la convivencia y el acompañamiento familiar sin caer en abusos o excesos en el consumo de comida o bebidas alcohólicas.