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Licenciaturas en derecho ¿Clásicas, tradicionales o con perspectiva?

Foto: Especial

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17 de Mayo 2022

El lanzamiento de una nueva licenciatura en Derecho con perspectiva en derechos humanos ha generado un debate respecto a si las facultades que ya ofertan esta carrera en Coahuila han sido rebasadas o no por las circunstancias actuales que enfrenta el país en materia de justicia

JESSICA ROSALES

El lanzamiento de la nueva licenciatura en Derecho con perspectiva en derechos Humanos por parte de la Academia Interamericana de Derechos Humanos (AIDH) generó polémica entre aquellas instituciones que ya ofrecen esta carrera, sobre todo, al interior de la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde por 79 años se tiene esta oferta educativa a través de la Facultad de Jurisprudencia.

Modelos clásicos, tradicionales o con perspectiva han sido cuestionados entre los diferentes actores quienes han puesto en tela de duda la habilidad de los actuales egresados y la legalidad de la nueva propuesta.

En entrevista para Sexto Día de Grupo Región, Irene Spigno, directora de la AIDH explica que esta nueva oferta educativa “va a complementar la oferta formativa que ya tiene la Universidad Autónoma de Coahuila, es una carrera más que se va agregando, pero no es una carrera inútil en el sentido de que ya hay otras ¿para qué hay una nueva?”.

“Esta tiene un nuevo enfoque que es fundamental, me parece, para el estado y que también va en línea con el programa estatal de derechos humanos que ha implementado el gobernador Miguel Ángel Riquelme, porque sabemos que México, Coahuila no es una excepción en ese sentido, tiene una gran deuda en materia de derechos humanos con su pueblo con la ciudadanía”, añade.

Por ello, considera que es necesario implementar medidas a mediano y largo plazo como la educación con perspectiva de derechos humanos para evitar que los hechos violatorios de derechos humanos se vayan reproduciendo, además de tener profesionales, funcionarios públicos con perspectiva de derechos humanos y una sociedad más formada.

Por su parte, el director de la Facultad de Jurisprudencia de la UAdeC, Alfonso Yáñez Arreola, destacó que esta institución tiene 79 años de tradición y de ahí han surgido gobernadores, presidentes de tribunales de justicia, alcaldes, fiscales, líderes del congreso del estado, diputados y destacados juristas por lo que rechazó que su plan educativo se encuentre rezagado.

“El modelo de la Facultad es que formamos líderes, formamos personas muy conscientes, muy irreverentes, personas que en todo momento cuestionan su realidad social, personas que están despiertas y que están construyendo nuevos escenarios de lo que la sociedad exige. Además, personas muy comprometidas para poder establecer una retribución a la sociedad del producto, de la tarea universitaria”, expone.

 

“Licenciaturas en Derecho actuales son clásicas y tradicionales”: Spigno

Para Irene Spigno la diferencia de la nueva licenciatura en derecho frente a las ya existentes radica en que “muchas carreras de derecho tienen un enfoque muy clásico, muy tradicional, es decir, se enseña las materias jurídicas de la vieja manera, como siempre les han enseñado antes”, dijo. 

Explica que a partir del 2011 hubo una reforma importante en materia de derechos humanos, y se convierte en una obligación constitucional, por lo que incluso las autoridades universitarias deberán garantizar, implementar y proteger los derechos humanos. Es así como la licenciatura en la AIDH el plan de estudios incluye esta perspectiva en todas sus materias.

Explica que dicha licenciatura podrá recibir una matrícula de aproximadamente 50 estudiantes en el primer año, cuyas clases inician el próximo 15 de agosto, y cuentan con una planta docente de 20 profesores investigadores todos con especialidad en derechos humanos, quienes ya formaban parte de la Universidad y aunado a que cuentan con un edificio en el campus Arteaga, por lo que asegura que al centro de Investigación de la AIDH no le generará mayores gastos.

Dicha licenciatura prevé tener actividad práctica y clases en distintos idiomas. También será una carrera multi lingüística, por lo que además de las clases tradicionales en español, serán clases en inglés, italiano, francés y alemán, además de implementar un taller sobre pueblos indígenas.

 

“La facultad de Jurisprudencia es la mejor le pese a quien le pese”: Yáñez

En contraparte, el director de la Facultad de Jurisprudencia, Alfonso Yáñez rechazó que la nueva oferta desplace los avances que ha logrado esta institución e insistió en que no está rezagada por lo que difiere respecto al modelo clásico al que se refiere Irene Spigno, y aseguró que dicha facultad “es la mejor, le pese a quien le pese”. 

“Sin lugar a duda y sin considerar lo que diga alguna persona con intereses personales o empresariales, en el caso de nosotros con hechos en la mano, tenemos la garantía de que la Facultad de Jurisprudencia da resultados, está probada y es la mejor facultad le pese a quien le pese”, insistió.

Mencionó que la directora de la AIDH estuvo muy poco tiempo dentro de la Facultad por lo que consideró que desconoce los logros obtenidos y la fortaleza que se tiene, incluso recordó que el hoy magistrado Luis Efrén Ríos, periodo en el cual laboró en esta institución, salió de la Universidad por el referéndum, “cuando la sociedad estudiantil dijo basta y levantaron firmas para generar un referéndum y cambiar de director y generar un nuevo rumbo académico”, expresó. 

Manifiesta que la capacidad en la Facultad de Jurisprudencia es de 120 personas por año, mientras que de ellas se gradúan un promedio de 100 por año. No obstante, en 2021 se amplió la matrícula en 30 y 35% con la licenciatura en línea, y en este 2022 se prevé ampliar un 60% con la extensión en la carrera en Monclova.  

 

¿Fraude académico o dentro de la legalidad?

Sobre la acusación hecha hace algunos meses por el director de la Facultad de Jurisprudencia, Alfonso Yáñez sobre que dicha licenciatura es un fraude académico, al no tener facultades legales por ser un organismo autónomo Irene Spigno aseguró que la Ley Orgánica les permite realizar esta oferta educativa como lo han hecho con maestrías, postgrados y doctorados. 

La Academia se rige por una ley orgánica que se aprobó por el Congreso del estado en el 2017, entonces nosotros como Centro que nos rige una ley orgánica obviamente sí tenemos la competencia para poder implementar estos cursos, de hecho, se ha aprobado, entonces los hechos demuestran que este argumento que estoy dando es válido y es justificado. No quiero parecer que estoy dando una clase de derecho constitucional sobre la jerarquía de las fuentes, pero evidentemente tenemos un marco normativo que, sí permite este tipo de actividades”, explica.

Al respecto, Alfonso Yáñez Arreola, aunque aclaró que calificó de fraude académico esta oferta en un momento distinto a la realidad de hoy, consideró que lo que ocurrió con la AIDH para facultarla al lanzamiento de dicha licenciatura se le conoce como “aberración jurídica”.

“Las instituciones deben tener raíces y sí las raíces de esto es la naturaleza jurídica no es clara todo es producto de anulabilidad, a eso atribuía la realidad de ese momento de mi declaración es una realidad diferente al día de hoy porque hubo reformas incluso a la Constitución, reformas polémicas, pero que en ese sentido sortearon el escenario del andamiaje jurídico de la existencia”.

Yáñez Arreola explicó que la AIDH es un Centro de Investigación que se rige bajo ciertas normas, pero posteriormente surgió una reforma constitucional con cartas que son presentadas en un escenario distinto al mexicano que no reconoce este tipo de documentos que sortearon la primera instancia. “Son cuestiones que son sujetas a un análisis más profundo, quienes conocemos el derecho le llamamos aberraciones jurídicas”, comentó. 

Finalmente, Irene Spigno dio a conocer que familiares de víctimas de violaciones a derechos humanos han mostrado interés por cursar esta licenciatura, pues muchas de ellas manifiestan que los actuales funcionarios públicos carecen de esa sensibilidad y empatía haciendo sentir a las víctimas que son responsables de los hechos que vivieron.