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Juan Ángel Siller, 30 años vendiendo tradiciones

Foto: Especial

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23 de Septiembre 2021

Cuenta que una de las claves que le han permitido cumplir tres décadas con su negocio es que al cliente no se le miente, se le tiene que orientar para darle a conocer los artículos que se ofrecen, diciéndoles sus ventajas y sus desventajas con respecto a otro.

RAÚL ROCHA

Con la necesidad económica que había en su familia, Juan Ángel Siller Ibarra comenzó a trabajar desde pequeño como empacador de una de las tiendas más populares que había en Saltillo en ese tiempo.

Aunque no contó con estudios, su perseverancia y dedicación en su trabajo lo llevó a escalar paulatinamente hasta colocar un pequeño local en el Mercado Juárez; hoy, cumple 30 años establecido con la venta de ropa vaquera dirigida a la clase popular y para los ejidos.

Siller Ibarra, de 60 años, nos narra cómo inició su andar desde pequeño en el comercio, hasta llegar a ser uno de los principales vendedores de artículos para vaqueros.

“En mi casa había necesidad. Empecé a trabajar, me faltaba un mes para cumplir 15 años, empecé a trabajar, duré 16 años trabajando en mi único trabajo. Ahí entré en el ‘75 y salí en el ‘91. Ya en el ‘91 ya puse un local aquí en el mercado. Algo pequeño porque no había mucha lana, pero pues gracias a Dios nos ha ido bien, digo, a cómo estaba, yo creo que estábamos bien”, dijo.

“Trabajé de todo, desde lo que le llaman ahora cerillo. Yo trabajé en Aguizo, una tienda que tenía muchos años y tenía varias tiendas y – entonces –  tenía supermercados; un centro comercial que eran las tiendas más fuertes de Saltillo en su momento. Inclusive allí se daban el lujo de los sábados de cerrar porque ya no cabía la gente, ya dejaban salir para dejar entrar a otra tanda”, dijo.

Recordó que ahí estuvo por espacio de 16 años y no sólo en el supermercado ya que tenían varias tiendas de diferentes giros, y en cada una de ellas llegó a laborar; sin embargo, llegó un momento en el que después de ahorrar algún dinero, decidió colocarse con un pequeño puesto en el Mercado Juárez.

Señaló que invirtió en una camioneta para poder trabajar y trasladarse en ella, y a partir de ahí iniciar con su puesto.

“Tenían los sombreros Cuauhtémoc, que era algo muy parecido a lo que tengo ahorita, eso en el Caballo Blanco, también muy parecido. En telas Aguirre, donde se manejan abarrotes hasta telas, sombreros, o sea era una diversidad de artículos que trabajábamos ahí”, externó.

“Era muy poquito porque pues no había lana. Yo traía mi camioneta, no nueva, pero pues ahí fue donde empecé, con una camioneta de aquel tiempo de 14 millones de pesos, estamos hablando ahorita tal vez de 150 mil pesos. Esa fue mi primera inversión y empezamos a atender a la gente”, mencionó.

Señaló que una de las claves que le ha permitido llegar a tres décadas con su negocio de artículos para charrería, vaqueros y rodeo, es que al cliente no se le miente, se le tiene que orientar para darle a conocer los artículos que se ofrecen, diciéndoles sus ventajas y sus desventajas con respecto a otro.

“Mucha gente se pregunta por qué a uno le va bien. Porque se atiende al cliente. El cliente debe irse a gusto, debe de irse contento, no engañarlo nunca. Sí decirle, mire, este pantalón vale 200, este vale 400, la diferencia es esta”, dijo.

“Puedes conseguir un pantalón de 300 pesos, pero también puedes conseguir un pantalón de 5 mil pesos, que no lo trabajamos nosotros aquí, estamos más enfocados a nivel pueblo, a nivel rancho, aquí atendemos a mucha gente de los ejidos”, afirmó.

A lo largo de sus 30 años como vendedor ha detectado diferencias entre los clientes de inicio de la década de los ´90 hasta la actual, y una de las principales es que ahora las familias que acuden son más pequeñas en la cantidad de sus integrantes. Además, ahora los pequeños ya eligen lo que van a comprar, cuando antes los padres de familia eran los que les elegían la ropa.

“Hay mucha diferencia (entre los clientes). Todavía a mí me tocó tiempo atrás que se usaba mucho que venía el papá y la mamá, y le compraban a los niños. Llegaban y decían, yo quiero ropa para los niños, y pues lo normal eran familias de seis a 10 gentes, entonces venía el papá y les compraba a todos. Ahora un niño de 2 o 3 años ya dice que es lo que quiere, ya no los puedes engañar como se hacía mucho antes”, dijo.

Consideró que hay dos factores que en estos momentos afectan al negocio: la venta de piratería y las personas que utilizan las redes sociales para promover sus productos.

Agregó que los medios digitales han sido algo con lo que se encuentran en desventaja, ya que no tienen la habilidad para manejarlas y poder promocionar sus artículos; ahora, deberán pensar en la posibilidad de adentrarse a los mismos.

“Ahorita es muy difícil para nosotros por la mercadotecnia, que ya está muy avanzada. Ya se vende mucho por internet, por Facebook, todo eso nos afecta. Saltillo sigue creciendo y se da un fenómeno muy peligroso para nosotros que es la piratería”, dijo.

“Hay mucha gente y por ejemplo, te voy a decir, los viernes aquí se ponen las Nanis, algo así, pero yo les digo no se dejen engañar. No es posible que les den un pantalón Levis que les hacen creer que es Levis y se los dan en 250 pesos, cuando un Levis sabemos que anda arriba de mil pesos, promedio”, mencionó.

Recordó que dentro de sus códigos de venta está el no engañar al potencial cliente, situación que él ve se puede dar ahora por medio de las ventas que se hacen a través del Internet.

Dijo que negocios como el que tiene y como los que se encuentran en el Mercado Juárez se dan gracias a las recomendaciones que hacen los mismos clientes con otras personas.

“Eso es lo que nunca debemos de hacer, engañar a la gente. A mí me preguntan ¿tiene pantalón original? Sí tengo. Tengo que decirles, acá con nosotros es un pantalón de buena calidad. A la mejor y no trae tanta fama como una marca reconocida mundial, porque para nosotros se necesita mucha publicidad para dar a conocer una marca. Aquí la publicidad que tenemos nosotros es de boca en boca”, dijo.

En su local se vende ropa vaquera, sombreros, artículos para caballos, sarapes, espuelas y equipo de charrería, y destacó que todas son marcas mexicanas. 

El lugar donde él se desenvolvía desde pequeño lo llevó a considerar montar la tienda alusiva a la línea vaquera.

“Siempre, o sea inclusive te digo, yo venía de los Silleres, yo me catalogo como gente de rancho. Muy abiertos, no traemos muchos dobleces. Lo que a mí me gustaba era la ropa vaquera, entonces empezamos con ropa vaquera, sombreros, y ya después empezamos incluyendo otras ramas”, dijo.

“Lo primero que hay en el mercado es la atención personal, eso marca la diferencia. Aquí buscan un cinto, le buscamos el color,  le buscamos todo y nosotros lo atendemos, no es como en las grandes tiendas que cada quien agarra lo que quiere. Aquí inclusive le recomendamos, por decirte, un cinto en piel en maqueta. Anda en un promedio de 250 pesos, y lo ves en las tiendas grandes y vale 600 pesos y son sintéticos. Muchas veces se van por la marca, pero es un artículo que no les va a  durar, a la mejor no trae la piedrita o el monito o algo”, expresó.

Como a todos los sectores de la sociedad, la pandemia del coronavirus pegó fuerte en las ventas que registró, sobre todo el año anterior, por lo que debieron sobreponerse ante la adversidad.

“Sí batallamos con la pandemia, bajamos a un 20 por ciento las ventas con respecto a 2019, y hoy estamos al 50 por ciento y ya comenzamos a recuperar algo”, señaló.

Reiteró que para poder competir en la actualidad con otros negocios deberán buscar modernizarse, para estar a la par de la competencia.

“Yo creo que el mercado está enfocado para la clase media para abajo, digo, que si hay gente de que nos caen clientes así a veces, pero sí es más común manejar de la media para abajo”, señaló.

“Van a encontrar infinidad de artículos, hay gente de Saltillo que viene a conocer, hay variedad. Aquí nos falta un poco de difusión, promocionarnos, pero ante la situación ahorita ese renglón lo tenemos suspendido de publicidad. Sí sería formidable para competir y nos falta modernizarnos un poco más”, finalizó.