Francisco Villalobos Padilla, el Obispo Emérito Centenario

Auxiliado por Monseñor Hilario González y Fray Raúl Vera, ofició misa en la Catedral ante la presencia de amigos y familiares por sus 100 años de vida

 

LESLIE DELGADO

 

Monseñor Francisco Villalobos, Obispo Emérito de Saltillo celebró su cumpleaños número 100 a través de una misa en la Catedral de Santiago, la cual se realizó a puerta cerrada y solo con la presencia de amigos y familiares.

 

La eucaristía fue oficiada por él mismo, apoyado por Monseñor Hilario González y Fray Raúl Vera, durante este lunes con pocos asistentes.

 

En la homilía, Villalobos Padilla agradeció a Dios por haber llegado a un centenario de vida, además recordó cuando llegó a la ciudad de Saltillo y la calidez con que fue recibido por la feligresía. 

 

“Me permito dar lectura a esta bendición que dirijo al padre de las misericordias por todos los beneficios recibidos a través de 100 años de vida y más de 50 de ministerio pastoral en esta Diócesis de Saltillo desde 1971;  siempre agradezco a Dios todo lo que he recibido de él, todo lo que tengo él me lo ha dado de una manera muy especial en este día”, expresó.

 

Don Francisco Raúl Villalobos Padilla nació el 1 de febrero de 1921 en Encarnación de Díaz, Jalisco;  motivado por el ejemplo de su tío Alfonso Jaramillo Hernández, que era sacerdote y por sus hermanos Jorge, jesuita y Carlos, marista, sin haber cumplido los 18 años  ingresó al Seminario a pesar de la persecución religiosa de esos años. 

 

El 3 de agosto de 1971 el padre Francisco Raúl Villalobos Padilla fue consagrado como quinto obispo por la oración consagratoria del Señor Obispo don Luis Guízar y Barragán en la Catedral de Saltillo.

 

Posteriormente el 28 de octubre de 1975 Monseñor Francisco Raúl Villalobos Padilla tomó posesión como Obispo Titular de la Diócesis de Saltillo hasta diciembre de 1999.

 

Respecto a la salud de don Francisco Villalobos, el año pasado había presentado un cuadro de fatiga que resultó ser neumonía, tras permanecer 15 días hospitalizado salió favorablemente de la enfermedad.

 

Así mismo en días recientes se dio a conocer que se sometió a una prueba para detectar el virus SARS-CoV2 la cual arrojó un resultado negativo. 

 

Tanto la Diócesis de Saltillo como su familia aseguran que el centenario obispo cuenta con buena salud, incluso aún camina ayudado por un bastón, además destaca su lucidez mental.