Del Himno Coahuilense al Disco del Siglo

Un regalo para Saltillo, una ciudad que salió adelante de la pandemia, y se permitió celebrarlo.

CLAUDIA OLINDA MORÁN

José Luis Ulloa Pedroza, músico, arreglista y compositor, en 2002 respondió a la convocatoria del entonces gobernador Enrique Martínez y Martínez, que se empeñó en que antes de cualquier acto oficial, los presentes se pusieran de pie y entonaran un himno creado ex profeso para honrar a la patria chica, a Coahuila.

Ahora, 19 años después, como cierre al 444 aniversario de la capital del estado, su creación artística es para honrar a otros compositores. A los creadores coahuilenses Guillermo Mejía Llosas, Jonás Yeverino, Felipe Valdés Leal, Cornelio Reyna, Humberto “Fito” Galindo, Nicolás Jiménez Jauregui y Pablo Valdez Fernández, autores de canciones como “Mi Ranchito”, “Tú Solo Tú”, “Échale un Quinto al Piano”, “Me caí de la Nube” y el corrido a Lucio Vázquez. Tan solo Felipe Valdez es autor de más de 200 canciones.

Esta vez como arreglista, José Luis Ulloa Pedroza, nos habla de su experiencia en la creación del Disco del Siglo, un regalo para una ciudad que salió adelante de la pandemia, y se permitió celebrarlo.

“Tuve la oportunidad de hacer los arreglos para este gran Disco del Siglo, como se le está denominando y donde se pudieron concentrar tantos artistas de fama nacional e internacional y para mi es un privilegio el haber hecho estos arreglos para tantas personas. De hecho me decían los productores que no muchos arreglistas tienen esa oportunidad de escribir en un solo evento, arreglos para tantos artistas al mismo tiempo”.

“Aparte de la música norteña, estamos hablando de la Sonora Santanera, el Mariachi Vargas de Tecalitlán, estamos hablando de otro contexto de instrumentalización, géneros y aunque en su mayoría se trabajó con el grupo de Fara Fara de música norteña, estamos hablando de que es el acordeón, el saxofón, el bajosexto, el contrabajo, la batería, mariachi, la Sonora Santanera; pero sí, es el trabajo del arreglista escribir para dos, instrumentos, tres instrumentos, es con lo que uno cuenta y entre menos instrumentos se cuente, es más complicado”.

“La gente pudiera pensar que si son muchos instrumentos va a ser más difícil, pero al contrario, se abre la gama de posibilidades para poder escribir; es el equivalente a un pintor, entre más colores le des su trabajo va a ser más vistoso, va a tener más gama de color, más brillante”.

Al inicio de la pandemia, empezó a hacer videos para el programa La Cultura Nos Une en Línea, tenían ensayos virtuales a través de zoom, escuchaban pasajes complicados, se daban consejos, hicieron conciertos en línea, invitaron a que se interesaran en la música como una forma de decir sin palabras lo que uno siente.

“El estar dentro de la casa, a lo mejor en un principio muchos decían, vacaciones por un mes; pero ya cuando pasa el tiempo se encuentra uno consigo mismo, diciendo bueno, qué estamos haciendo en bien tanto de uno, como de la comunidad de todos y es donde la mayoría de las personas nos hemos aplicado para aprender las nuevas formas de estar entretenido, pero de que sea en provecho”.

“En el caso particular me he dado a la tarea de tocar más el piano, aprender más de las aplicaciones, de cómo estar más en estos medios para estar en contacto con la gente, hasta he cocinado muchas cosas”.

“En los conciertos didácticos les hacemos ver el trabajo en equipo, que la banda de música es un ejemplo muy claro de trabajar en equipo. Decimos que los músicos tenemos una forma de pensar diferente, que todos tenemos gustos diferentes, pero que lo que nos une es la música y justamente el hacer un equipo donde todos piensan diferente pero tienen un solo objetivo, logramos cosas muy bonitas como hacer este  bello arte de la música”.