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¿Deben los hombres apoyar el feminismo?

Foto: Especial

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02 de Marzo 2021

El movimiento no es una lucha de poder, sino una protesta para hacer visible la exigencia de derechos, señala especialista

 

CLAUDIA OLINDA MORÁN

 

A más de un siglo de iniciado el movimiento feminista en el mundo, a 105 años de la primera manifestación en Yucatán y a tan solo cinco de que la protesta de menos de una decena de personas se convierta en el clamor de miles de mujeres, el feminismo en Coahuila no es uno solo, sino de muchas expresiones de por qué las cosas deberían de cambiar.

 

De cara a la conmemoración del 8 de Marzo, donde se congregó la última gran manifestación pública contra la violencia de género, antes de entrar en una cuarentena que exacerbó las agresiones contra las mujeres; a un año del 9 Nadie se Mueve que visibilizó temporalmente las ausencias, hablaremos del feminismo, del por qué a la otra mitad de la población, debería convenirles y hacer suyo este movimiento.

 

NO HAY HOMBRES FEMINISTAS

Para Paola Praga, periodista y fundadora de Proyecto Mujeres, un espacio virtual de expresión para mujeres, con artículos de opinión, reportajes, cuentos y poemas que narran desde la menstruación y le ponen rostro a las víctimas del feminicidio; el feminismo no es una guerra, es un movimiento social que no se puede definir en un solo feminismo.

 

“Hay tantos pensamientos como habemos mujeres, el objetivo es el reconocimiento como mujeres y ganar esos espacios que por años han sido ocupados por hombres y si una mujer dice es que yo no soy feminista, pues debería, porque se trata de ti, de nosotras, de un movimiento en el que tendríamos que participar todas”.

 

Sin embargo, desde su punto de vista, no existen los hombres feministas.

 

 

“Si quieres apoyar, rompe tu alianza patriarcal. El feminismo es un movimiento por y para mujeres y el beneficio es para nosotras… vivimos en una sociedad, no es una guerra declarada a los hombres, pero sí a los violentos, machistas y misóginos porque llegó ese momento”.

 

“Históricamente ha cambiado la percepción, de asumirnos y reconocer nuestros derechos y tomar conciencia de que eso perjudicaba nuestro desarrollo”.

 

  • ¿Un hombre no podría llegar a ser feminista?

 

“Podría contribuir, históricamente en el reconocimiento de los derechos de las mujeres también se manifestaron, como en el sufragismo, pero en lo personal no considero que a los hombres se les pueda llamar feministas, … si creo que puedan apoyar, en que de verdad el trabajo que puedan hacer es documentarse, porque tampoco tenemos la obligación de andarte educando o que te cuestiones tus privilegios, bastante tenemos qué hacer con cuestionarnos nosotras porque también habemos mujeres misóginas a las que nos traiciona el patriarcado que llevamos dentro”.

 

“Creo en los hombres que se cuestionen, que quieran romper el pacto patriarcal, que cuestionen las actitudes violentas de sus amigos y que no se escuden en que tengo mamá o hermanas porque no solo debes respetar o dejar de violentarlas a ellas, se trata de como hombre dejes de violentar a todas las mujeres “. 

 

NO A LOS PRIVILEGIOS

Karla Cíhuatl, integrante del Frente Feminista de Saltillo a través de la colectiva Biznaga Roja, iniciar con manifestaciones en donde apenas se reunía una decena de compañeras, pasar a un centenar en una marcha mixta y reunir a dos mil mujeres en la última; habla de un crecimiento de mujeres reconociendo en voz alta que son feministas, creando y haciendo historia.

 

Para ella, educar en el feminismo no es tarea exclusiva de la mujer.

 

 

“La educación no nada más la da la mamá, socialmente si el hombre crece y es violento, o violador, o feminicida; se dice, es que es la mala relación con la mamá siempre dicen que es la mamá pero pocos se preguntan donde están los papás. Crear nuevas masculinidades es tarea de nosotras como feministas y de las nuevas generaciones, pero también socialmente porque estamos en unas estructuras en donde hasta nosotras tenemos conductas alineadas al machismo pero hay que empezar a hacer la diferencia; erradicar los roles de género, las situaciones de violencia y si somos madres de familia… hay que ser más equitativos dentro de nuestro hogar y romper las relaciones de poder, cuestionándonos día a día para cambiar… hay quienes estamos en familias muy machistas y en donde si nos asumimos feministas es un golpe pero es una lucha poco a poco y entre más seamos, más fácil será para todos”.

 

Y a primera vista, el feminismo no es algo que les convenga a los hombres.

 

“No les conviene porque nosotros les estamos cuestionando los privilegios, les cuestionamos al esposo que pueda llegar de trabajar, comer  y ponerse a ver televisión, cuando como mujer llegas de tu jornada laboral, a hacer la comida, lavar trastes, hacer la tarea, igual ahora con home office, empezar a hacerlo en la congruencia inmediata afecta porque empiezan a perder privilegios y eso no les gusta; les asusta si empezamos a tener más poder, a tener más tiempo libre, a empezar a cuestionar pero también es cierto que a las futuras generaciones les va a servir bastante para tener una mejor salud mental. No te digo que va a ser lo mejor para ellos, porque el feminismo es por y para las mujeres, y ellos tienen que ceder a sus privilegios, porque si alguien tiene un derecho y el otro no, entonces es un privilegio; y los hombres viven en un mundo lleno de privilegios”.

 

TODOS LOS DERECHOS, TODAS LAS PERSONAS

Para el académico e investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila, Joel Zapata Salazar, el feminismo ha permitido ver las cosas con otros lentes, unos que han develado la inequidad incluso para el género masculino.

 

“A los hombres no se trata de que nos convenga o no nos convenga,  sino qué posibilidades tenemos como sociedad de construir algo nuevo en donde todos los derechos puedan ser gozados por todas las personas, sin menoscabo de un género respecto al otro y el feminismo nos ha permitido ponernos unos lentes y visualizar problemas que de otra manera no hubiéramos podido visualizar”.

 

 

Las conductas patriarcales y androcéntricas como la violencia, aún están lejos de cambiar y al contrario mutan, las golpeadas, las desaparecidas, las violentadas son las mujeres; “estamos lejos de decir que este núcleo de conductas machistas está cambiando”.

 

Temas como la abandonada salud de los hombres, el suicidio apenas avanzan, en este último caso apenas se está vinculando este fenómeno que afecta más a los hombres vinculado a la inexpresividad emocional. El tema de ejercer la paternidad más allá de ser un simple proveedor ante la formación o disolución de una familia, apenas se está visibilizando.

 

“Y muchos de estos problemas -sostiene el investigador- los hemos visualizado gracias al feminismo, que son unos lentes que ya no nos podemos quitar y que nuestra perspectiva de la realidad cambia”.

 

“No hay que tenerle miedo al cambio, planteamientos como el feminismo nos puede causar ansiedad o temor, toda la vida me dijeron que me tenía que relacionar de cierta manera, pero un modelo diferente, sensible, nos puede causar ansiedad, pero estar abiertos y tener la conciencia plena de que no se trata de ser más que otros, sino que vivimos en una sociedad a partir de la diversidad, vamos a promover relaciones mas sanas en donde se respeten los derechos fundamentales de las personas; todos los derechos, todas las personas”.

 

SÍ LES CONVIENE EL FEMINISMO

La doctora Rosa María Salazar, directora de la Fundación Luz y Esperanza en donde se da refugio a mujeres víctimas de la violencia, considera que iniciando por una cuestión de números, el feminismo les conviene a todos.

 

“Sí les conviene, les debe de convenir porque somos un poquito mas de la mitad de la población, lo que sucede es que es una cuestión cultural y de costumbre, el hombre se siente amenazado, los muchachos, los jóvenes, se sienten amenazados porque hay mujeres protestando y creen que el feminismo no les conviene porque creen que es una lucha de poder y no lo es; es una forma de protestar y hacer visible que exigimos derechos. Si las mujeres tuviéramos ese terreno planchadito, parejo, para hacer cosas no solo de competencia sino de estar en los espacios que nos corresponden, no habría necesidad de que hubiera un movimiento feminista, pero existe porque no están esos espacios garantizados para las mujeres”.

 

“Un hombre en esas circunstancias podría tener una vida un poco más equilibrada, lo que la cultura le ha impuesto a los hombres: la manutención de una familia, por cultura nos han enseñado que el que mantiene la casa es el hombre, y porque mantiene tiene toda la autoridad en la casa; en una relación con una mujer empoderada los dos construyen una casa, le ponen el recurso económico a la familia y el hombre descansara un poco de esta carga cultural que va a mantener”.

 

 

“La atención de los hijos e hijas estaba a cargo de la mujer, una mujer que entiende este nivel de responsabilidad, le va a delegar responsabilidades de atención, afecto y educación y el afecto de los hijos va a estar hacia ellos. Vemos un fenómeno en donde cuando el señor se hace adulto mayor, se vuelve como un objeto que se queda arrinconado, los hijos vean a la mama y los hombres se quedan solos y dicen, vinieron a ver a la mamá. Eso es un fenómeno en el que el hombre ganaría mucho en el aspecto afectivo porque le quitaría carga al hombre”, finalizó.