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Atentan novatadas vs los derechos humanos

Especial

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18 de Septiembre 2017
Universidades cancelan esta tradición por promover el bullying

POR: MARTHA BRIONES / MIROSLAVA ZAPATA

 

Lo que hasta hace menos de una década era una obligada y rigurosa “tradición” en las facultades y universidades de Coahuila, ahora ha quedado en el pasado por significar una violación a los derechos humanos, a través del conocido bullying. Se trata de las “novatadas”, consideradas “fiestas de iniciación” para los estudiantes de nuevo ingreso a preparatoria o educación superior, un tema del que se platicó con los directores de la preparatoria Ateneo Fuente y del Tecnológico de Saltillo.

“En su momento, esta práctica era común; por ejemplo, en el Ateneo a los de primero prácticamente se les obligaba a raparse. Eran conocidos como los ‘pelones’, característico de ellos, aunque muchos lo hacían por su propia voluntad”, dijo en entrevista con CAPITALMEDIA, su director Marco Antonio Contreras.

Fueron las agresiones las que provocaron que un joven muriera en manos de sus compañeros en Tamaulipas, lo que obligó a que esta “fiesta” desapareciera.

Contreras recordó que había estudiantes que incluso hacían desfiles “chuscos” para dar la bienvenida a sus estudiantes.

“Aquí fue en la época del maestro Ricardo Galván, en 2007, cuando se erradicaron esos actos porque los juegos se tornaban agresivos e incluso había golpes; ahora se les da la bienvenida con una fiesta, donde no hay alcohol ni tabaco, sólo un poco de música para bailar”.

La “pastelada” del Tec

En 2008, el lienzo charro Enrique González, ubicado en la colonia Rancho de Peña, fue escenario de un sangriento incidente, luego de que se enfrentaran a golpes y a navajazos un nutrido grupo de estudiantes del Tec Saltillo, durante la acostumbrada “pastelada” que organizaron los directivos para dar la bienvenida a sus estudiantes de nuevo ingreso.

En la pelea, dos alumnos que no fueron identificados y que se veían en evidente estado de ebriedad terminaron lesionados, uno de ellos resultó con un navajazo en la parte baja de la espalda y el otro con hematomas en rostro y una fractura en tabique nasal, ambos fueron atendidos por paramédicos de la Cruz Roja.

“Eso se acabó”,aseguró el director Arnoldo Solís Covarrubias, al recordar el episodio en el que tuvo que intervenir, en horas de la madrugada, la policía municipal y estatal para controlar a los alcoholizados estudiantes.

El director del Tecnológico de Saltillo indicó que la “pastelada” se sigue efectuando en la actualidad, pero más controlada por los maestros y directivos de la institución.

“Las novatas están erradicadas, se recuerdan como una fiesta donde los estudiantes participan libre y voluntariamente; era divertirse, aunque en ocasiones, como la de 2008, acabó demasiado lejos”.

Ahora a los estudiantes les hacen un desfile y las fiestas son más bien actividades culturales y hasta deportivas.

“Los tiempos ahora son diferentes para nuestros estudiantes. Son parte de la innovación y las nuevas tecnologías, lo que es bueno para ellos”.

Prácticas recurrentes Según los mismos directivos en las décadas de 1980 y 1990, las prácticas más recurrentes para dar la bienvenida a los estudiantes era la ingesta de alcohol excesiva o tenerlos de “mandaderos” con tareas de limpieza dentro de las aulas o en los patios de la escuela.

También realizaban el reto de bañarse con agua fría y se les lanzaban huevos, harina y todo tipo de sustancias, aunque no precisaron cuáles y sus afectaciones.

Aplica la Narro severas medidas

La Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN ) aplicó una estrategia desde hace 10 años que consiste en no entregar la carta pasante a los estudiantes que incurrieran en estas prácticas, como lo hicieron con 14 alumnos en 2007.

El rector de la universidad, Jesús Valenzuela García, señaló que fue hasta que egresaron de la Narro cuando entregaron el documento.

“Ya no parecían estudiantes, sino esclavos”, como parte de las novatadas, los de recién ingreso eran obligados a realizar las tareas. Pero no sólo el llevar a cabo las tareas era una imposición que los alumnos manejaban como novatada, sino también el tener a un “sirviente” en casa, pues obligaban a los estudiantes a lavarles la ropa, limpiarles su cuarto y en algunas ocasiones hasta el conseguirles dinero al precio que fuera.

“En esos años, quien más era castigado no era aquel que realizaba las novatadas, sino aquel que incitaba a otros a realizarlas, pues esto hacía que creciera este mal que contaminaba a la sociedad estudiantil de esta universidad.

El rector recuerda que en muy pocas ocasiones se llegó a tomar la medida de expulsar a un joven que novateara a otro.

“Hoy son rapados los jóvenes de nuevo ingreso que se inscriben en la rondalla o el equipo deportivo, porque el reglamento de estas dos actividades así lo exige y no por ser castigados o por haber incumplido “.

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