Arrastra lista de quejas bar que viola ley con espectáculos prohibidos 

REDACCIÓN

El bar La Coqueta, exhibido la semana anterior por presentar shows de desnudistas, a pesar de que ese tipo de espectáculos está prohibido desde hace una década en Coahuila y en Saltillo, tiene diversas irregularidades denunciadas por sus propios clientes, entre ellos un servicio deficiente y cobros indebidos por parte del personal. Algunos de ellos se han quejado porque el lugar es pequeño, pero la gerencia permite la entrada de más personas de las que caben, poniendo en riesgo a los clientes.

A pesar de estar ubicado en una zona residencial al norte de Saltillo, en el bulevar Rufino Tamayo, La Coqueta se ha convertido en una especie de ‘giro negro’, establecimientos que promueven espectáculos de desnudistas, aunque el Bando de Policía y Buen Gobierno aprobado por el Cabildo en 2013, y la Ley de Alcoholes aprobada en 2012 por el Congreso del Estado, lo prohíben expresamente.

Blas Gámez, uno de los clientes del lugar, exhibió que los meseros cobran de más, como suelen hacerlo, cargando de manera obligatoria el servicio o propina, lo cual es ilegal.

“Me cobraron de más y ni ticket me dieron, así que no puedo comprobarlo”, escribió Gámez.

“Servicio muy deficiente, ya que las meseras quieren cobrar de más”, escribió José Guadalupe Gaytán Garay. 

Propina forozosa y no respetan reservaciones

“Te quieren cobrar de más para asegurar propina, cuando la propina no es forzosa, tienen un sueldo los meseros. No estoy negadoa dar propina, pero no de esa manera”, opinó Jaime González.

“Lo que no me agradó fue que el señor de estacionamiento cobrara a nombre de coqueta 20 pesos obligatorio, cuando el estacionamiento ni es del establecimiento”, escribió otro usuario.

“No respetan reservaciones, lugar sucio, mesas sucias, mal servicio…..en mi vida vuelvo a ir”, dijo Yahaira Ramos.

“Lugar cero recomendable, hice una reservación con días de anticipación y no la respetaron, me mandaron a una mesa súper escondida porque las otras ya estaban separadas para los clientes que consumen más y que ellos podían llegar hasta las 11 de la noche cuando a mi me dijeron que mi reservación se vencía a las 9:30 y no fui la única persona que se quejó de esa situación, además de que me querían cargar más del 40% de propina”, escribió Cecilia Castillo.