Por Clare Jim y Jessie Pang
HONG KONG, 12 nov (Reuters) – La policía de Hong Kong disparó gases lacrimógenos el martes en el distrito financiero central, sobre el puerto de Mong Kok y en las universidades para disolver las protestas prodemocráticas que, según dijo, están llevando a la ciudad al “borde del colapso total”.
Los enfrentamientos tenían lugar un día después de que la policía disparó a quemarropa contra un manifestante y un hombre fue bañado en gasolina y quemado, en algunos de los peores actos de violencia que vive en décadas la ciudad gobernada por China.
Más de mil manifestantes, muchos de ellos vestidos con ropa de oficina y máscaras, se congregaron en el distrito central -conocido simplemente como “Central”- por segundo día seguido, cortando calles que se encuentran debajo de algunos de los rascacielos más altos de la ciudad y de los inmuebles más caros.
Después de que fueron dispersados, la policía lanzó gases lacrimógenos contra los manifestantes que seguían en la antigua y estrecha Pedder Street. Los agentes arrestaron a más de una decena de personas, muchas de ellas inmovilizadas en el suelo y frente a los muros de la exclusiva joyería Tiffany & Co.
“Nuestra sociedad ha sido empujada al borde del colapso total”, dijo un portavoz policial en una comparecencia, en referencia a los dos últimos días de violencia desatada en la excolonia británica.
Según afirmó, “alborotadores” enmascarados protagonizaron actos “demenciales”, como el lanzamiento de basura, bicicletas y escombros a las vías del metro y a las líneas eléctricas en altura, paralizando el sistema de transporte.
La policía también lanzó gases lacrimógenos en la Ciudad Universitaria en Kowloon Tong, bajo la célebre Lion Rock, y en la Universidad China, al otro lado de la montaña, donde los manifestantes atacaron a los agentes con cócteles molotov y ladrillos.
“Es una locura que la policía estuviera lanzando gases lacrimógenos durante más de 20 minutos. Si no hubieran entrado, no nos habríamos enfrentado con ellos. Es nuestra escuela. Tenemos que proteger nuestra casa”, dijo Candy, una estudiante de 20 años, previamente a Reuters.
Muchas personas resultaron heridas, incluido un reportero estudiantil que sufrió un impacto en un ojo -al parecer con un ladrillo- y que estaba sentado llorando mientras sus amigos intentaban consolarlo.
Carrie Lam, gobernante de Hong Kong, dijo que los manifestantes están siendo extremadamente egoístas y expresó su esperanza de que las universidades y las escuelas insten a los estudiantes a no participar en las protestas.
Más de 260 personas fueron detenidas el lunes, según la policía, lo que eleva el número total a más de 3.000 desde que las protestas se intensificaron en junio. Colegios y universidades informaron que cerrarían de nuevo el martes.
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(Reporte de Donny Kwok, Clare Jim, Marius Zaharia, Twinnie Siu, Clare Jim, Josh Smith, Kate Lamb, Jessie Pang y Farah Master en Hong Kong y Cate Cadell en Pekín; escrito por Anne Marie Roantree y Nick Macfie; editado en español por Carlos Serrano)