TERRENO AMIGO

POR: HUGO DÍAZ

Ya mucho se ha dicho de los abucheos a gobernadores no emanados del partido MORENA; abucheos a los que el gobernador de Coahuila Miguel Riquelme no ha escapado. Dichos abucheos, se ha dicho también, y de acuerdo a evidencias son provocados por afines al Presidente de la República.

El pasado 18 de diciembre durante su primera visita a Coahuila como Presidente, en Torreón, la tierra de Riquelme, López Obrador conminó a sus seguidores  a respetar a las autoridades e incluso les hizo una especie de reprimenda y con ello, el evidente espaldarazo al torreonense.

Parecería que la tónica es la de impulsar a AMLO como el gran salvador de los gobernadores de las garras del ya famoso “tigre” hastiado de las corruptelas de muchos políticos mexicanos.

A pesar de los más de 25 siglos que han pasado desde que el general Sun Tzu escribió el libro titulado “El arte de la guerra”, muchas de sus citas siguen vigentes y se aplican en los negocios, deportes, diplomacia y por supuesto en la política.

En dicha literatura se promueve que cuando eres capaz de ver lo sutil, es fácil ganar; además se habla de la posibilidad de resolver problemas aplicando la inteligencia. Entre otras cosas se dice que los que utilizan bien las armas cultivan el camino y observan las leyes.

Aquí lo escribí ya, el gobernador Riquelme tiene un gran aliado en  Cuauhtémoc Rodriguez, por la sencilla razón de que Riquelme ha sabido tejer muy fino con él y con todos los alcaldes y alcaldesas

En ese tenor el hermano campesino le ha correspondido al mandatario estatal anteponiendo primero mejores condiciones para los sabinenses antes que  los colores político-partidistas. La bisagra entre el Riquelme y Temo se llama Sabinas.

No faltaron quienes intentaron elevar el abucheo en Sabinas durante la visita de AMLO cuando Miguel Ángel tomó el micrófono. Sin embargo, la prudencia, cordialidad y hospitalidad de la tierra de amigos facilitaron la atmósfera adecuada para mantener un evento a la altura de una visita presidencial.

Guardadas se quedaron las rechiflas y abucheos que los enemigos de Riquelme y de Temo habían preparado para hacerlas estallar y poner en mal a uno y a otro con López Obrador, y de paso mostrar a Sabinas y a Coahuila como un territorio hostil, una plaza caliente.

AMLO prometió volver dentro de 90 días, veremos entonces si los deseosos de ver que la sangre llegue al río Sabinas triunfan sobre las ganas de verlo  trabajar con Riquelme y Temo.