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Entrevista a Jesús y María

Foto: Especial

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23 de Marzo 2018

Seis años tuvieron que transcurrir para que Iván Pedro Estrella Mosco, originario del Barrio de San Pedro en Iztapalapa, obtuviera el papel más importante en la 175 representación de la Pasión y Muerte de Cristo.

A sus 24 años, se siente afortunado y sorprendido de que el Comité Organizador de la Semana Santa en Iztapalapa (COSSIAC) lo haya elegido de entre ocho jóvenes, como quien tomará el papel de Jesús de Nazaret.

 “La verdad no me lo esperaba, a lo largo de este tiempo he aspirado, seis años por el papel y gracias a Dios este fue mi año”, sostiene en entrevista para Capitalmedia.

De piel morena y ojos rasgados, con 1.80 metros de estatura, Iván tiene un semblante serio y una complexión atlética, producto de su preparación para el viacrusis, donde tendrá que cargar una cruz de 90 kilogramos, desde el centro de Iztapalapa hasta El Cerro de la Estrella.

“Diario voy a una preparación física de resistencia y de fuerza, hago un recorrido de dos kilómetros, hago sentadillas, desplantes, fondos, lagartijas, abdominales y tengo un entrenamiento con un tronco que es para ir amoldando el hombro; luego vamos con el arrastre de una cruz de pino para ir asimilando el peso que vamos a llevar”, relata.

En la vida cotidiana, Estrella Mosco es promotor en un banco y de adulto quiere ser contador, pero asegura que su participación en la Pasión de Cristo es ajena al dinero.

“No tenemos que pagar ni nos pagan, no somos actores, solo somos comunidad del pueblo que estamos unidos por un acto de fe y devoción”, defiende.

“De milagro me eligieron para ser María”

La “espinita” de María

La historia de Zaira Virginia Vargas Zamora es la antítesis de todo papel protagónico en la representación de la Pasión y Muerte de Cristo en Iztapalapa.

A sus 24 años, la nativa del Barrio de Santa Bárbara admite que nunca había participado ni como estelar ni con papeles secundarios, por lo que atribuye a una “bendición” haber sido seleccionada con el papel de María, madre de Jesús.

“Me siento feliz, bendecida y muy nerviosa, porque es un gran peso con el que contamos todos los participantes. Es la primera vez que participo”, afirma desde la Casa de los Ensayos, en el Barrio de la Asunción.

Estudia la carrera de enfermería en la UNAM y tampoco recibirá un solo peso por su participación. Asegura que no le atrae la fama y que “no es de esas personas” que les guste estar expuestas ante las cámaras.

“Mi mamá tiene mucha influencia, ella salió hace 25 años de Virgen María también, soy la tercera María en mi familia, eso fue lo que me motivó, aparte en mi familia han participado varias personas y siempre había tenido esa espinita, de que quería salir”, cuenta.

Zaira podría ser el prototipo de la mujer sumisa, recatada, abnegada y conservadora. Su tradición católica la ha llevado a ser catequista en la Parroquia de Santa Bárbara y misionera con el grupo de los “Jóvenes portadores de la palabra”.

“Para mi María es la obediencia, la obediencia absoluta ante Dios, cuando el ángel se le presenta a María y le dice que ella va a ser la encargada de traer al mesías al mundo, y María sabe a lo que está destinado Jesús, lo acepta. Es increíble”.

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