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Ver y creer. “Siete nuevos santos"

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18 de Octubre 2018

El pasado domingo 14 de octubre, el papa Francisco canonizó a siete nuevos santos en la plaza de San Pedro: el papa Pablo VI, monseñor Oscar Romero, Francisco Spinelli, Vicente Romano, María Catalina Kasper, Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús March Mesa y Nuncio Sulprizio.

Pablo VI nació el 26 de septiembre de 1897 en Concesio. En 1955 fue nombrado Arzobispo de Milán. Elegido Sucesor de Pedro el 21 de junio de 1963, condujo el concilio Vaticano II. Murió el 6 de agosto de 1978.

Monseñor Óscar Romero nació el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios. En 1977 Pablo VI lo nombró Arzobispo de San Salvador, donde murió asesinado mientras celebraba la Misa el 24 de marzo de 1980.

Francisco Spinelli nació el 14 de abril de 1853 en Milán. Fue ordenado sacerdote en 1875. Fundó el Instituto de las Hermanas Adoratrices del Santísimo Sacramento. Murió el 6 de febrero de 1913.

Vicente Romano nació el 3 de junio de 1751 cerca de Nápoles. Fue ordenado sacerdote a los 24 años. Cuando una erupción del Vesubio destruyó la Torre del Greco, se convirtió en el alma de la reconstrucción material, religiosa y moral del pueblo. Murió el 20 de diciembre de 1831.

María Catalina Kasper nació el 26 de mayo de 1820 en Alemania. En 1848 fundó a las “Siervas Pobres de Jesucristo” para atender a los pobres. Murió el 2 de febrero de 1898.

Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús March Mesa, nació el 10 de enero de 1889 en Madrid. En 1911 fundó, en Bolivia, la Congregación de Hermanas Misioneras Cruzadas de la Iglesia, para el servicio de los pobres y la promoción de la mujer. Murió el 6 de julio de 1943.

Nuncio Sulprizio nació el 13 de abril de 1817 en Pescara. De niño quedó huérfano de padre y madre. Su abuela materna le enseñó la devoción a Jesús en la Eucaristía y a la Virgen María. A la muerte de su abuela quedó bajo la custodia de un tío por cuyos malos tratos enfermó de tuberculosis ósea. Llevado al Hospital de los Incurables, en Nápoles, murió el 5 de mayo de 1836 a la edad de 19 años.

En la homilía de la Misa de canonización, el papa Francisco expresó que “Pablo VI, aun en medio de dificultades e incomprensiones, testimonió de una manera apasionada la belleza y la alegría de seguir totalmente a Jesús.

Es hermoso que junto a él y a los demás santos y santas de hoy, se encuentre Monseñor Romero, quien dejó la seguridad del mundo para entregar su vida a los pobres y a su gente, con el corazón magnetizado por Jesús y sus hermanos. Lo mismo puede decirse de Francisco Spinelli, de Vicente Romano, de María Catalina Kasper, de Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús y también de Nuncio Sulprizio, el joven santo, valiente, humilde, que supo encontrar a Jesús en el sufrimiento, el silencio y en la entrega de sí mismo. Todos estos santos, en diferentes contextos, han traducido con la vida la palabra de hoy, sin tibieza, sin cálculos, con el ardor de arriesgarse y de dejar. Hermanos y hermanas, que el Señor nos ayude a imitar sus ejemplos”.

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