Nació en 1830, hace casi 200 años, en un país que ya se llamaba México, pero que era todavía La Nueva España en su extensión geográfica y en sus prácticas y costumbres. Con un gran peso del Ejército y la religión. Díaz perteneció al ala radical del partido liberal en Oaxaca, que se opuso a esa herencia colonial y rompió con ella.
Conoció a Juárez a los 19 años y renunció a ser sacerdote porque iba por el camino de la iglesia. Se inscribió en el Instituto de Ciencias y Artes, lo que iba a ser la Universidad de Oaxaca, muy importante. Y abraza la causa liberal.
Todo el mundo coincide en que su papel durante la guerra de Reforma y la de Intervención contra el Imperio de Maximiliano fue notable. Díaz es polémico a partir de 1871, cuando rompe con Benito Juárez, su amigo, jefe y su presidente.
Díaz aprendió a gobernar como jefe militar durante la guerra. Aprendió a manejar a las personas y administrar territorios cuando fue jefe político del Istmo de Tehuantepec y cuando fue general de la Línea de Oriente. Se acostumbró a gobernar de una manera autoritaria. Y así gobernó los años que estuvo al frente del país.
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