Bolivianos sueñan a lo grande con autos y billetes en miniatura

Por Santiago Limachi y Monica Machicao

LA PAZ, 24 ene (Reuters) – Los bolivianos sueñan a lo grande y esperan que sus inversiones en modelos de miniatura de casas, billetes de dólares diminutos e incluso figuras de gallos que entran en el bolsillo les darán buena suerte para el año que comienza.

El colorido festival aimara de Alasita, que significa “cómprame”, celebrado el viernes, es una tradición anual en la que artesanos de ferias locales venden miniaturas bendecidas bajo los auspicios del dios indígena de la abundancia, el Ekeko.

Las personas más pobres compran amuletos relacionados con sus deseos personales para el año ¿Desea el éxito profesional o educativo? Hay mini-diplomas y calificaciones ¿Espera encontrar una novia o un novio? Compre un anillo diminuto o un certificado de matrimonio.

“Estas miniaturas se vuelven al año realidad, con la bendición de Dios y con el esfuerzo, más que todo, de cada persona”, dijo Geovana Jiménez, una vendedora de los pequeños modelos en La Paz.

Fernando Villa, quien cree en la buena fortuna que pueden traer las miniaturas, dijo que el festival tiene que ver con la fe en lo que se puede lograr en el próximo año.

“El deseo que uno tiene de que esto se haga realidad, eso significa esta fiesta y por eso estamos con la tradición”, dijo a Reuters en la feria, mientras sostenía un colorido modelo de una tienda.

Los bolivianos enfrentan una dosis de incertidumbre en 2020, con una economía en desaceleración y nuevas elecciones previstas para mayo, después de que el líder de izquierda Evo Morales, presidente durante más de una década, renunció bajo presión en noviembre dejando un vacío político.

Jiménez, la vendedora de miniaturas, dijo que la gente llega desde lejos para unirse a las festividades.

“Vienen de sus casas a comprar terrenos, autos, billetes, canastones y todo lo demás para que no les haga falta”, dijo. “Esa es la tradición para que en este año puedan lograr sus sueños”.

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(Reporte de Santiago Limachi y Mónica Machicao; escrito por Adam Jourdan; editado en español por Gabriel Burin)