Una nueva relación

A la Báscula

Por: Julián Parra Ibarra

A partir del fin de semana pasado hemos estado envueltos en vorágine informativa impresionante, que casi no nos ha dejado espacio para ir analizando, digiriendo con calma, todo lo que se ha venido generando, y por momentos pareciera que estamos sumidos en un ‘atraganto informativo’ que no tiene fin.

En Coahuila de manera particular la actividad empezó desde el viernes con la presentación del Primer Informe de Gobierno de Miguel Ángel Riquelme, que apenas tuvo oportunidad de estar en los espacios de los medios unas horas, porque enseguida fue eclipsado por todo lo previo, durante y posterior del cambio de gobierno federal, la toma de posesión, los discursos y los eventos que se han sucedido uno tras otro en torno al nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Después de ver el desarrollo de la andanada informativa en torno a la llegada de la autollamada ‘Cuarta transformación’, me queda todavía más claro que la fecha elegida para el informe del gobernador coahuilense no fue la mejor ni más afortunada, como lo comenté con gente de su área de comunicación social los días previos al evento. Ya se veía que iba a ser arrasado informativamente por el tema del cambio de poderes, y con más razón con un personaje como López Obrador.

Sin embargo, bien vale la pena hacer ‘un campito’ para comentar algunos detalles de lo ocurrido acá en la ‘patria chica’, y que nos parece que puede ir mucho más allá de un slogan publicitario como el que se empleó en la pasada administración local, y que en lo que viene verdaderamente se pondrá en práctica una nueva forma de gobernar. Las actuales condiciones del país así lo exigen, y se ve que hacia allá se encamina a partir del segundo año de gobierno la actual administración.

Sin un presidente priista y -salvo el caso de Saltillo, la capital-, con los principales municipios de la entidad gobernados por alcaldes de oposición, sobre todo en la Comarca Lagunera, como es el caso de Torreón, Matamoros, San Pedro y Francisco I. Madero, pero además Monclova, Piedras Negras y Acuña entre otros, obligará al gobernador Riquelme Solís a hacer uso de sus mejores dotes negociadoras, para conciliar entre los tres niveles de gobierno los mejores proyectos, programas y apoyos para el bien de Coahuila. Se vienen nuevos –y quizá complicados- tiempos, y habrá que encauzarlos en una nueva relación.

@JulianParraIba