Un agua cara

Por Luis Guillermo Hernández Aranda

Los ciudadanos siempre serán renuentes a pagar impuestos o las tarifas de los servicios públicos. Sin embargo si ven obras y sobre todo gozan de servicios primarios de calidad, harán su pago con mejor humor y puntualidad. Sin embargo cuando las calles de una ciudad están llena de baches, hay inundaciones, malas planeaciones en obras y una pésima calidad en los servicios primarios, el pago simplemente no se hará y por el contrario las protestas serán una constante.

En este contexto se da el anuncio del aumento de las tarifas de agua potable en Torreón. La semana pasada el Cabildo aprobó el proyecto de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Ingresos para el Ejercicio Fiscal 2020, donde se incluyó las propuestas del alza en el agua del cinco por ciento en tarifa popular, 6 por ciento para sectores de clase media y siete por ciento en sectores residenciales.

El proyecto donde se contempla el plan para aumentar las taifas fue presentado por Esteban Soto, presidente de la Comisión del Agua. Dicho incremento debe ser autorizado por el Congreso de Coahuila.

En medio de dimes y diretes entre los regidores del PRI y Morena contra los panistas, destaca la justificación del alcalde, Jorge Zermeño, para aumentar las tarifas: el incremento en los altos cobros de la Comisión Federal de Electricidad. Por cierto dichas tarifas tienen en jaque a la mayoría de los sistemas de agua de todos los municipios del país.

Y aunque en este sentido el alcalde Jorge Zermeño tiene razón, no es suficiente para justificar un incremento por encima de la inflación cuando las deficiencias en el Simas son constantes. 

En los 2 años de gestión que lleva Jorge Zermeño su gobierno ha hecho crisis ante la falta de agua en muchas colonias. La primera se presentó meses antes de que compitiera por la reelección. La segunda en los primeros meses de este 2019 cuando el desabasto afectó varios sectores e incluso regidores del PRI recurrieron a pipas para llevar aguas a las colonias, medida que después fue adoptada también por los ediles panistas y que en esos días motivó una de las declaraciones más desafortunadas del presidente municipal al decir: “yo sí tengo agua en mi casa”. Dicho que motivó enojos e incluso desmentidos por parte de vecinos del Campestre La Rosita colonia donde vive el alcalde. Ahí tampoco había agua.

Zermeño ha tenido dos dolores de cabeza en su gestión: los agentes de tránsito y las ineficiencias del Simas. A pesar de esto se ha negado a relevar a sus titulares Pedro Luis Bernal y Juan José Gómez. Este último declaró que el incremento es justificado, que es como en cualquier empresa que debe ajustar sus costos. El dicho motivó que en foros de internet ciudadanos le respondieran: “si fuera como cualquier empresa ya te hubieran despedido por ineficiente”.

En este contexto apenas el miércoles el Frente Ciudadano de Torreón bloqueó las vías de acceso de la calzada José Vasconcelos y la avenida Pavorreal para exigir a las autoridades municipales que concluyan los trabajos de cárcamos pluviales, colectores de drenaje pluvial y bocas de tormentas, obras que evitarán que sus viviendas se inunden como hace un año. Aquí también el trabajo de Simas ha sido deficiente.

Jorge Zermeño tiene razón cuando dice que muchos ciudadanos no pagan el agua, también que CFE incrementó sus tarifas, pero mientras Simas mantenga sus altos niveles de deficiencia el enojo ciudadano no desaparecerá, eso sin contar que Torreón tiene tarifas más altas de agua potable que Monterrey y Saltillo.

@lharanda