Serénese senador

POR HUGO DÍAZ

Tal vez sea un poco tarde para platicar sobre un hecho que hace días provocó una serie de circunstancias que vale la pena retomar y no permitir que solo quede en el anecdotario, y que sirvan para la construcción de un mejor convivir entre todos los que estemos involucrados.

No se cumplía ni quiera una semana en que un diario en el estado consideraba en base a parámetros establecidos por esa casa editorial que el senador Armando Guadiana era el segundo hombre más influyente en Coahuila.

Hubo quienes atajamos la publicación y dijimos que era de esperarse; solo detrás del gobernador Miguel Riquelme, Armando tenía que ser el hombre políticamente más influyente en el estado. No había necesidad de la encuesta ni podía ser de otra forma.

Quien desafió de manera frontal, por intereses colectivos o personales a dos de los últimos tres gobernadores en la entidad y ahora con un escaño por el partido en el ejecutivo en el Senado tenía que ganar con el paso del tiempo esa posición.

Sin embargo el protagonismo hizo presa fácil al senador y terminó por ser objeto de una vergonzosa exhibida que muy caro se paga en las altas esferas de la política mexicana.

Lo hizo uno de los políticos más experimentados en esas lides, Manuel Bartlett, ¿qué lectura darle a lo escrito por el autor de “se cayó el sistema” al anunciar tácitamente que Armando mintió con relación a la famosa reunión entre ellos para la compra de carbón?, ¿no pudo este lobo de la política nacional echarle la mano a su correligionario y decir que la reunión sí se había dado?, ¿o no quiso?

Armando tiene que sentarse a reflexionar sobre su actuar estando cerca del poder. En su intento por reivindicarse de esa exhibida se mostró poco amable, intolerante, exagerado (“20 mil veces que no”) y de paso se llevó al baile a Eva Galaz que logró sus 30 minutos de mala fama en los medios.

Pero no solo eso, el hermano de Armando, José Luis, tenía tiempo buscando la dirigencia de la Unión Ganadera en el estado; tristes y decepcionados se quedaron quienes de corazón o por billetes apoyaron ese proyecto.

José Luís no se presentó ni siquiera a la reunión y terminó ganando Joaquín Arizpe Dávila, un empresario ganadero joven con ideas nuevas y ganas de trabajar. ¿Qué llevó a José Luis a cesar en su intentona?

Armando todavía tiene mucho tiempo para lograr congraciarse y poder ser el candidato de MORENA al gobierno de Coahuila, pero tiene dos adversarios de entrada, que se lo pueden impedir: algún político joven con ideas nuevas y ganas de trabajar y los 77 años que podría tener para el momento de la elección constitucional.