PORTARSE MAL

El capítulo protagonizado el pasado lunes en la mañanera del presidente López Obrador entre éste y el periodista Coahuilense Arturo Rodríguez no deja lugar a dudas, el presidente quiere una prensa a modo para lograr lo que él llama su proyecto de país, denominado cuarta transformación.

AMLO dice que no estar de acuerdo con sus políticas es sinónimo de portarse mal; y ataja que los buenos periodistas de la historia ha apostado a las transformaciones,  citó como ejemplo a “Zarco” y a los hermanos Flores Magón; y fue más allá al decir que todos ellos, “los de la república restaurada tomaron partido”.

Entonces partiendo justamente de esa afirmación cuando el presidente acusa a un sector de la prensa mexicana de servir a intereses mezquinos de una minoría rapaz, quiere decir que no les permite tomar bando en la sociedad, y peor aún , de no elegir el bando al que él pertenece, entonces éstos se encuentran en el bando de los malos.

En la tónica del presidente cuando a un colega lo acusan de comelonches, de vendido, de prianista entre otras cosas; El colega está ejerciendo su derecho y actuando como los grandes, ¿Entonces de donde sacar el adjetivo de malo o nocivo para México?

Decirle malo o corrupto solo porque no se está en favor de la política del gobierno en turno resulta entonces una exageración. 

Para el licenciado en derecho y escritor Íñigo Bou-Crespins el dictador moderno es sumamente respetuoso, solamente falta el respeto a quienes no piensan como él, bajo la excusa de que el modo de pensar de sus contendientes pone en peligro la cordialidad.

Pero sin dejar de lado la mentalidad del presidente sobre el periodismo en México, ha logrado la dicotomía – característica de un dictador- y tenemos a los  bien portados y los mal portados.

En el primer grupo entrarán todos aquellos que desde la prensa transformen en su favor, militen y defiendan las causas de su organización, es decir, decidan militar o simpatizar con su partido, y por supuesto aplaudan todas y cada una de las políticas y acciones implementadas por su gobierno ( o sea él).

Y  todo aquel que desde la prensa señale las erráticas políticas que se implementan desde su gobierno, las analice, para luego a través de una investigación sustentada informe a la sociedad de lo caro que estamos pagando el tener un gobierno en donde según el exsecretario de hacienda Carlos Urzúa “se han tomado decisiones de política pública sin sustento” (sic); será instalado de manera automática en el grupo de los mal portados.

Estimados colegas ¿Dónde se ubican?, estimado lector ¿Debemos los periodistas tomar bando?

Y a quien pregunta que de dónde sacan el valor los periodistas para preguntar tan duro al presidente, la respuesta es contundente, en una sociedad como la  nuestra el periodista también tiene que evolucionar.