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Miércoles 24 de Abril 2024
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NAPITO

Foto: Hugo Diaz

Foto: Hugo Diaz

20 de Febrero 2019

Saltillo, Coahuila/ 20 de Febrero de 2019

Finalmente sí llegó el flamante senador y dirigente del sindicato minero en México Napoleón Gómez Urrutia a la mina ocho en Pasta de Conchos para estar presente en la ceremonia luctuosa con motivo del aniversario número trece de la tragedia minera. Basta recordar que hace trece años Gómez Urrutia salió huyendo de ese complejo minero ante el fuerte reclamo de familiares de los entonces mineros atrapados y jamás se volvió a apersonar por los motivos que solo él conoce, para comprender el dispositivo de seguridad que se implementó para recibirlo.

Antaño para Napo “viejo” (como decimos en la región) las vallas humanas que conformaban los mineros eran una especie de alfombra roja, pues para los representados por el político de la vieja guardia era un honor estar con Napoleón.

Hoy el junior también fue recibido con vallas, pero no como alfombra roja, sino como un blindaje para que al señalado en un principio por las viudas de Pasta de Conchos como traidor, no se le acercaran y reavivara aquel penoso momento que vivió y dejó como cerdo (bañado en lodo) al ahora legislador.

Seguro los mineros de la vieja guardia, aquellos que alcanzaron los momentos de gloria del papá del junior extrañaron el sonido de las botellas de “Coronita” bien helada que corrían por doquier cuando el viejón venía; hoy lo que abundaron fueron preguntas al líder en el tenor de lo que sucedió hace 13 años y que provocó su huida.

Apelando al más puro estilo de la cuarta transformación, el líder minero contestó todas esas preguntas denostando a sus detractores, Vicente Fox, Francisco Javier Salazar entonces secretario del trabajo al que calificó de un químico mediocre al servicio de otro de sus adversarios como es Germán Larrea presidente del Grupo México y propietario de la mina siniestrada; Martha Sahagún a quien acusó de ser cómplice de Larrea a través de una fundación.

No obstante todos esos álgidos momentos, solo una cosa se tiene que reconocer… hay Napito para rato; las descalificaciones también alcanzaron a Alonso Ancira por el tema de los sindicatos.

Solo nos resta otorgar el beneficio de la duda para saber si el senador le cumple a las viudas de Pasta de Conchos con el rescate de los restos de los mineros ahí caídos, una muy buena reparación del daño, y cárcel a los culpables de la tragedia de haber enlutado a la familia minera de la región carbonífera y de todo México.

Hoy más que nunca la esperanza de rescate está avivada, el Napoleón de hoy no es el Napoleón de hace 13 años, hoy duela a quien le duela tiene mucho más poder, mejor posición y si fuera poco, la confianza de la familia minera para hacer verdaderamente justicia.