@mmsoriano
Pasaron ya dos meses desde que Rubén Moreira pidiera a los priístas de
Coahuila 1, trabajar sus expectativas dentro del partido y 2, presumir los
logros de sus gobiernos y 3, cerrar bien su sexenio. Lo dijo en el Consejo
Político Estatal de Torreón, antes de las elecciones en catorce estados.
¿Alguien lo recuerda?
Luego el PRI perdió en siete entidades y en Coahuila los priístas dejaron
los análisis al Comité Nacional. Ellos no los necesitaban, ya los tenían
desde dos meses antes. Exceptuando a Jericó Abramo y Javier Guerrero el
tricolor decidió esperar sus propios tiempos y trabajar.
Quizá porque no fueron al Consejo Javier y Jericó no supieron, ni han
reflexionado sobre lo que ahí Rubén sugirió como si fuera Nostradamus: 1,
que se unan, que la busquen dentro de su partido. 2, que hablen bien,
que estén orgullosos de lo que ellos mismos –no otros– han hecho y 3
que él cerrará bien su sexenio, que hará un buen gobierno.
Es de primaria: donde el PRI perdió, perdió precisamente por 1, su
división; 2, por su mala imagen y 3, su mal gobierno.
Es de kinder: Si Javier y Jericó quieren ser gobernadores y si solo el PRI
los podría hacer ganar entonces ¿qué caso tiene criticar lo que ellos
mismos hicieron? A menos claro, que le quieran hacer al kamikaze.
No los entiendo, pero mañana le sigo.