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Martes 23 de Abril 2024
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El alcalde saltillense Isidro López Villarreal publicó ayer en redes sociales una foto en la que aparece junto al edil torreonense Miguel Ángel Riquelme.
El texto es lo de menos, y como en política no existen casualidades, la gráfica cayó como balde de agua fría en el Comité Directivo Estatal del PAN y en el equipo del lagunero Guillermo Anaya.
La lectura que se le dio al interior del PAN estatal es que Isidro está dispuesto a apoyar a Miguel Ángel Riquelme en caso de que el candidato blanquiazul a gobernador sea Memo Anaya.
De paso, negociará para su yerno priísta, la alcaldía de Saltillo, cosa que tampoco desagrada al tío Rosendo.
Los tambores de guerra retumban en el feudo de Bernardo González, que no logra unificar criterios entre López Villarreal y Anaya Llamas.
Golpe avisa.
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Solito Gerardo se acomodó y ahora su archirival, el legislador federal César Flores está ante la gran oportunidad de cobrarse todas las afrentas del alcalde monclovense.
El amor de padre pudo más que el raciocinio político y Gerardo enfrenta ante PGR una investigación oficial por desacato al Instituto Nacional de Antropología e Historia, que le solicitó suspender la boda de su hijo en el Museo Coahuila y Texas.
Gerardo puede alcanzar 10 años de cárcel, en caso de comprobarse que el evento social ocasionó daños al patrimonio histórico de la antigua capital de Coahuila y Texas.
El Jerry puede negociar con el PRI para evitar que exijan castigo, pero César seguramente dispondrá de recursos y tiempo para ver a Gerardo en prisión.
Ladrillo está en la cárcel..
DGM/OPB
