Firma y Señal

Ninguna ley puede ser retroactiva. Lo saben los legisladores en el Congreso de Coahuila, donde camina a paso lento la reforma a las leyes reglamentarias en materia electoral.

La última adecuación a la legislación local ocurrió en junio de 2010, casi en la última parte del sexenio de Humberto Moreira. Los diputados que han pasado por el Legislativo prácticamente dejaron intacto el Código Electoral de Coahuila, cambiando algunos artículos en base a fallos de la Suprema Corte y a decretos como el que marca la vigencia del Instituto Electoral de Coahuila.

El retraso en el debate para fijar las reglas del juego de las elecciones en el estado, quizá convenga a los aspirantes de todos los partidos que se han dado “vuelo” diciendo que “late su corazoncito” por tal o cual cargo que se renovará en el 2017.

Platicando con Gabriela de León, presidenta del IEC, ella comentaba que el procedimiento en Coahuila iniciará el 1 de noviembre.

Reconoce que a más tardar en el mes de agosto deberá publicarse la nueva Ley Electoral, que aplicarán los siete consejeros y magistrados de la causa. Mientras, trabajarán con los códigos vigentes aunque le reviren en los tribunales federales.

Incluso, ni magistrados –en los lares de Valeriano Valdés –ni alguno de los consejeros ha dicho esta boca es mía para pedir que aceleren el debate de la reforma que regulará asuntos como campañas anticipadas, topes de gasto, el financiamiento, mini-alcaldías, garantía de paridad de género, independientes y otros temas que siguen en el aire.

Habrá Firmas y Señales cuando el Congreso de Chema Fraustro decida sacar del cajón y desempolvar la iniciativa para discutir las leyes reglamentarias electorales para regular la sucesión del año entrante.