Excelente oportunidad

Julián Parra Ibarra

Dada su cercanía con Alejandro Moreno, con quien fue compañero en el Congreso Federal, Eduardo Olmos Castro fue designado como su coordinador de campaña en Coahuila, en la búsqueda de la presidencia nacional del PRI, en la que va acompañado en la fórmula por Carolina Viggiano.

Por ese motivo, Olmos Castro solicitó licencia por tres meses como presidente del Comité Municipal del PRI de Torreón. La elección interna entre los tricolores está programada para el 20 de agosto.

Ese movimiento debiera ser bien aprovechado por Samuel Rodríguez, para sacudirse de una buena vez la presencia de Lalo, quien más que un apoyo en la estrategia priista para recuperar el terreno perdido en La Laguna, particularmente en Torreón, se le ha convertido en un verdadero lastre.

En su nueva encomienda, Lalo Olmos podrá ir a promover la figura del gobernador de Campeche con licencia en cualquier otra región de la entidad, podrá ir al norte, a la carbonífera, a la centro, a la sureste, sin que haya mayor problema.

El mello del asunto es que, en tierras comarcanas, particularmente en Torreón, la presencia de Lalo más que sumar, le resta a su propio partido, ya que la gente no olvida los agravios que recibió cuando éste fue presidente municipal, tiempo en el que fue dejando a su paso damnificados al interior de su partido, pero todavía más al exterior.

Olmos ha sido hasta ahora el peor alcalde que ha tenido Torreón en toda su historia. Tras los cuatro años de su gestión, la ciudad quedó sumida en la peor crisis económica, de inseguridad, de falta de atención en los servicios públicos, de gobernabilidad.

Decenas, o quizá podríamos decir que cientos de pequeños y medianos empresarios que se convirtieron en proveedores del municipio con la ilusión de mejorar sus condiciones económicas, se embarcaron en realidad en la peor de sus pesadillas.

La administración municipal en ese cuatrienio dejó ‘colgados de la brocha’ a pequeños empresarios que ofrecieron y prestaron servicios desde plomería, electricidad, pintura, impermeabilización y muchísimos rubros más, y que al final jamás les cumplieron con sus pagos.

Muchos de ellos se fueron a la quiebra y perdieron parte de su patrimonio para poder solventar sus propias deudas, adquiridas para comprar la materia prima y darle el servicio al Municipio. Lalo como presidente del PRI municipal poco o nada salía de su oficina, porque no les puede ver de frente ni mirar a los ojos a muchos torreonenses. 

Por ello ahora que solo ha dejado el puesto para ir a apoyar a su amigo Alejandro Moreno, Samuel Rodríguez no debe desaprovechar la oportunidad para deshacerse de él inmediatamente. Claro, si es que se quiere alcanzar el objetivo de recuperar Torreón y terreno en La Laguna.

 

@JulianParraIba