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Enfoque

Foto Especial

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18 de Junio 2019

Por: Eduardo J. De La Peña

Por redes sociales y otros medios autoridades y corporaciones nos previenen de delitos como la extorsión telefónica y el robo de identidad, insisten en las ya conocidas recomendaciones, que no han variado desde hace años en que estos casos se comenzaron a presentar,  y si deben de hacerlo es porque sigue habiendo quienes caen y son víctimas de los que viven de esas actividades ilícitas.

Pero hay una nueva modalidad de robo telefónico, contra la que nadie está previniendo, y de la que muy probablemente ya hayan sido víctimas miles de familias mexicanas.

Es Inbursa, a través de Telmex, quien está robando a los mexicanos. Las dos empresas por cierto son propiedad de una misma persona.

Verifique usted su recibo telefónico, puede haber ahí un cargo, casi imperceptible, de poco más de veinte pesos por un “seguro patrimonial”. Si se lo están cobrando, y no lo contrató, hay que llamar a Telmex y exigir que lo cancelen. Eso sí, la cancelación es a futuro, lo ya cobrado o cargado considérelo perdido.

El modus operandi para despojar al usuario de cuando menos veinte pesos por mes, es sencillo: Inbursa y Telmex, como muchas otras compañías telefónicas y bancos, tienen una gavilla que se dedica a eso, operan desde los “call center” a cargo de personas a las que contratan con un bajo sueldo, pero que tienen la posibilidad de hacer crecer su ingreso según mediciones de desempeño.

Los que trabajan en los “call center” reciben un pago por llamada que hacen y que logran les contesten, su comisión crece según el tiempo que logren retener en la línea al potencial cliente, y se multiplica si venden el producto ofrecido.

Basta con que el vendedor consigne en el sistema que en determinada línea telefónica le contrataron para que comiencen los cargos, no hay firmas ni verificación de ningún tipo.

Si se llevara a los tribunales, un cobro así se caería sin problema. ¿Pero quién va a perder tiempo y dinero en proceder legalmente?. Entonces se consuma el robo y queda impune.

Quienes regulan a las compañías telefónicas, a las aseguradoras  y a los bancos tendrían que proceder, detener esta ilícita actividad, sancionar y cancelar las concesiones y autorización de operar a todas las empresas que están incurriendo en esas prácticas.

¿Dónde está la autoridad que prometió combatir la corrupción?, ¿Dónde están los que dijeron que nada ni nadie por encima de la ley?. ¿Les tiembla la mano ante el poderío de esas empresas?.

Recuerde usted: revise lo que le están cobrando en su recibo telefónico y cancele lo que no haya contratado.

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