Enfoque

Por: Eduardo J. De La Peña

Este lunes el Consejo Universitario de la Autónoma de Coahuila rindió homenaje a Don Antonio Gutiérrez Garza, un destacado empresario originario de Nueva Rosita, Coahuila.

Reviste especial trascendencia que la Universidad reconozca la trayectoria y legado de un hombre como Don Antonio, pues si su filantropía y compromiso social lo ameritan, también es de destacarse su espíritu emprendedor y la visión empresarial que le han permitido crecer en la actividad comercial que inició hace casi sesenta años.

Don Antonio, y su esposa Doña Herminia, encabezan una Fundación que ha permitido a decenas de jóvenes de las regiones Carbonífera, Norte y Centro, cursar sus estudios en diferentes instituciones.

No para en eso su generosidad. En cuanta contingencia se ha presentado en los diferentes municipios de Coahuila, la población afectada y las autoridades han tenido siempre el respaldo oportuno de Don Antonio para superar la emergencia.

Ahí hay mérito suficiente para la distinción que se hizo.

Pero además su trayectoria empresarial es digna de conocerse y analizarse en las diferentes carreras relacionadas con negocios y emprendimiento.

Precisamente al lado de Doña Herminia, Don Antonio atendía personalmente en el mostrador de la pequeña tienda de abarrotes que en el centro de Nueva Rosita abrió en 1961.

No tardó mucho en tener que salir de ese pequeño primer local para poder atender la creciente afluencia de clientes, y así se fue expandiendo, al principio exclusivamente en Nueva Rosita, y ya en los ochentas decidió incursionar en la región, primero en el cercano Sabinas.

Se cuenta entre sus allegados que cuando una de las grandes cadenas de autoservicio llegó a hacerle competencia en la Carbonífera, Don Antonio no se arredró, sino por contrario de ahí tomó la decisión de irse a abrir operaciones en la frontera, en Ciudad Acuña, y construyó su supermercado frente al de la cadena que había llegado a su pueblo.

Hoy los supermercados Gutiérrez tienen más de quince sucursales en al menos seis ciudades de Coahuila.

Habrá quienes opinen que ser exitoso en una actividad mercantil no es meritorio ni motivo de reconocimiento social, pero no debe pasar desapercibido un ejemplo como al que nos estamos refiriendo.

Tengamos en cuenta que por ejemplo en Saltillo, con una población y actividad económica que supera por mucho a Nueva Rosita, al menos cuatro firmas comerciales de familias locales dieron un paso atrás y cerraron cuando llegaron las cadenas nacionales.

Por eso es de destacarse la trayectoria de Don Antonio, esa conjunción de visión y carácter es ejemplo a tomar en cuenta por las nuevas generaciones que deben abrirse camino en un mundo con retos crecientes, donde hay ahora una competencia global, dinámicas de comunicación y tendencias de consumo que demandan de mayor capacidad y valores para subsistir.

Un acierto de la Autónoma de Coahuila y su Consejo Universitario este reconocimiento, en vida, a un hombre que sin duda es un triunfador, pero jamás ha perdido su humildad y trato afable.

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