“El Zángano” no gozará de fuero (1)

Espantado por la primera auditoría de Deloitte al desastre que dejó en Saltillo, “El Zángano” (también conocido como Isidro López) decidió ya no buscar su añorada reelección a la alcaldía sino una diputación federal según él para tener fuero y evitar la cárcel.

La movida no me extraña, es lo más sensato ante 1, la imposibilidad de comprobar el faltante de 359 millones de pesos que la Auditoría Superior le encontró en tan solo tres años (más lo que se acumule por el cuatro) y 2, ante lo que pintaba para ser una estrepitosa derrota.

Decidió lanzarse por el distrito 4, que comprende medio Saltillo, todo Arteaga y que en el 2015 el PRI ganó al PAN por unos 68 mil votos contra 32 mil, contando los 8 mil votos que el PANAL dio a los azulejos y que ahora serán para el PRI pues de hecho Marta Garay será lanzada por los profes.

He ahí el primer problema de “El Zángano” (también conocido como Isidro López). ¿Cómo ganar tras los señalamientos de la ASE y el escándalo de obligatoriamente comparecer para comprobar que no saqueó Saltillo? ¿cómo quitarse de encima los 153 mil votos de castigo que los saltillenses metimos contra el PAN en el 2017 y cómo sobreponerse a una desventaja de 42 mil votos en el 2015?

No hay por dónde. Isidro ganó en el 2013 porque nadie lo conocía. Ahora perderá cualquier elección porque ya lo conocemos.

Aún y cuando (suponiendo sin conceder) ocurriera un milagro similar al Advenimiento Terrenal de Cristo y “El Zángano” llegara a ganar, es bueno que desde ahora sepa que los diputados ya no tienen fuero y de hecho nunca tuvieron pues bastaba una declaración de la Suprema Corte para retirar la “inmunidad parlamentaria” a un legislador para procesarlo judicialmente.

De hecho tal “inmunidad” o fuero ya no lo tiene ni Obama. Nadie en México, ni el mismo presidente de la República puede evitar ser juzgado los por crímenes que haya cometido y en materia civil jamás lo han tenido.

Es decir, que ni ganando El Zángano (también conocido como Isidro López) tendrá fuero o evitará que continúen las investigaciones que la Auditoría Superior del Estado o de la Federación, el Congreso Local, el gobierno municipal y hasta el SAT de Hacienda inicien en su contra.

Menos evitará la cárcel si se le denuncia y se le encuentra culpable de haber robado a la ciudad y hasta ahora las cosas resultan mucho más sencillas.

Mañana le sigo.