El último “dedazo” en el PRI de Coahuila fue el de Rogelio Montemayor

El último “dedazo” en el PRI de Coahuila fue el de Rogelio Montemayor, a quien sus lazos con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari le permitieron llegar con el camino pavimentado a la oficina principal del Palacio Rosa.

Enrique Martínez y Martínez –dice José Guadalupe Robledo, en “Mis Sexenios” –en 1999, fue elegido de entre Jesús María Ramón Valdés y Alejandro Gutiérrez. “La Coneja” sabía que perdería en la elección y aprovechó la circunstancia de que EMM se enfrentaría con el candidato de Montemayor: Jesús María Ramón, para negociar con Enrique su apoyo a cambio de la senaduría.

Hay que decir que en aquel momento, en una contienda interna del PRI podía participar cualquier ciudadano que tuviera en mano la credencial para votar del entonces IFE.

Ya en 2005, Enrique Martínez –hoy embajador de México en Cuba –votó por todos los aspirantes que compitieron por la gubernatura en el tricolor: Heriberto Ramos Salas, Alejandro Gutiérrez, Javier Guerrero, Raúl Sifuentes y Humberto Moreira Valdés.

Habrá Firmas y Señales porque la dirigente estatal del PRI, Verónica Martínez García ayer mismo respaldó la propuesta de Manolo Jiménez, para que sea la militancia la que decida en un proceso abierto, el nombre de quien será el candidato a la gubernatura para el 2017.

“Ya el PRI tiene experiencia en estos procedimientos que además, le garantizan a los aspirantes la inclusión y equidad que buscamos para llegar invictos a la jornada constitucional”, dijo la lagunera, en una breve entrevista al regreso de Piedras Negras, donde acompañó al gobernador Rubén Moreira en una visita oficial.