Economía

Tras la Noticia

Por: Alfredo Dávila Domínguez

De la euforia navideña y el consumismo desmedido las familias mexicanas han transitado a enfrentar ahora la terrible “Cuesta de Enero”, a la cruda realidad de un inicio de año sin recursos, y para colmo con deudas. En Saltillo, los días previos a la navidad el centro de la ciudad se vio, como nunca, repleto de familias dispuestas a gastar hasta el último peso del aguinaldo.

Las casas de empeño en estos primeros días del año se han visto repletas de personas empeñando todo tipo de artículos para hacer frente a la cruda realidad de solventar los gastos  más elementales y las deudas contraídas, muchas veces de manera inconsciente. Un dato más al respecto: Un 40 por ciento de los artículos empeñados en estos negocios no son recuperados por sus dueños.

Y luego, en los medios masivos de comunicación y en los círculos académicos nos quejamos de que el gobierno y los políticos en general nos tratan como a niños. ( Las campañas político-electorales están diseñadas en su lenguaje y sus contenidos para personas con una madurez intelectual de 10 años, en promedio ) Pareciera ocioso  buscar más explicaciones para nuestra manera compulsiva de gastar nuestro dinero.

A nivel del gobierno federal las cosas no parecen ser muy diferentes. Las decisiones de gastar la mayor parte de los recursos nacionales en una refinería, el Tren Maya, el pago de los bonos del fallido aeropuerto de Texcoco y una asignación bastante arbitraria de los presupuestos a los estados no constituyen un ejemplo de gasto inteligente, racional.

Para muchos estados del norte del país el Pacto Fiscal con la Federación siempre ha resultado bastante injusto, aunque comprensible en términos de solidaridad con los estados del sureste,  estancados desde siempre en un estado de atraso que parece no tener fin. Por ejemplo Coahuila por cada peso que envía a la Federación recibe solo 44 centavos a cambio. Y todavía se pretende castigarnos aún más.

Precisamente de Coahuila hablando la situación de Cluster Automotriz del sureste de la entidad parece ser bastante inestable por la actitud bastante errática del residente Trump

En este sentido las grandes armadoras norteamericanas de vehículos han decidido extremar su cautela en las inversiones en México. Se podría decir que el futuro del Cluster automotriz pende de un hilo, y con el , el de toda la economía regional