De Buena Fuente

En Monclova no existe Centro Histórico, ni riqueza arquitectónica colonial, a pesar de haber sido capital de Coahuila y Texas.
La razón es que aquellos inmuebles son gente de dinero, pero inculta, que en aras de la modernidad destruyeron la historia arquitectónica de la ciudad y sólo quedan vestigios de esta, en el museo el Polvorín, y en el Museo Coahuila y Texas, entre otros.
La belleza colonial de la plaza principal también desapareció y hasta hace algunos años, cada trienio era destruida y remozada para ganancia de algunos empresarios locales.
Por eso, cuando vea que el alcalde Gerardo García Castillo, hace uso del Museo Coahuila y Texas como salón de fiestas particular, no se espante, pues el edil es producto de la cultura agreste y cerril acerera.
Sabe usted de algún monclovense que ocupe por sus méritos, un cargo importante en el gobierno estatal, o federal?
Salvo Lucas Martínez, tampoco yo.
Un servidor es monclovense y también goza de los vicios arrabaleros y pencos de Gerardo.
El medio es prosaico, rudimentario y educar al alcalde es como pedirle peras al olmo.
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Cuando en eventos como el de ayer, en el que el gobernador Rubén Moreira Valdez, afirma a los maestros que están protegidas sus pensiones por al menos dos décadas y promete resolver el problema magisterial de abasto de medicamentos, uno se pregunta:
¿Dónde estaríamos si le hubiera tocado a Rubén un estado sano y seguro, en lugar de venir a salvar a Coahuila de la bancarrota?
Es pregunta.