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CORDURA, COMUNICACIÓN, CALMA

Foto Especial

Foto Especial

01 de Mayo 2019

“El hombre llega hasta donde la mujer lo permite” eso reza uno de las máximas acostumbradas en los barrios cuando se acusaba a un hombre de haber embarazado a una dama; por supuesto que hoy con los movimientos feministas y las organizaciones que trabajan en favor de las mujeres dicha máxima ha sufrido modificaciones, pero la esencia del dicho queda y aplica para diversas circunstancias en la vida.

El pasado domingo en Nueva Rosita, Coahuila, municipio de San Juan de Sabinas ocurrió el asesinato de un despachador en una gasolinera. Nueva Rosita es una ciudad ordinariamente tranquila en la que sucesos de esta naturaleza provocan un movimiento que se antoja hasta en ocasiones desproporcionado.

Por los hechos ocurridos, en el lugar se apersonaron compañeros de la prensa para poder dar cobertura del asesinato cumpliendo con los cánones del periodismo: cómo, dónde, cuándo, quién, por qué etc.

Apenas unos minutos del suceso, entre los comunicadores trascendió que en ese lugar a un reportero gráfico le había sido arrebatada la cámara por elementos de la fiscalía general del estado.

La calma, la cordura pero sobre todo la comunicación de quienes hace unos meses se dieron a la tarea de organizar la COCOCA evitó de nueva cuenta el trabajo reporteril quedara en entredicho a merced de una sociedad un tanto cansada de los famosos periodicazos y golpes bajos.

Después conocer a fondo los hechos fue entregada la cámara al compañero y todo regresó a la tranquilidad. Cristina Flores y Alejandro López dirigente de este Colectivo de Comunicadores de la Carbonífera privilegiaron diálogo y conocimiento del contexto antes de publicar los famosos posicionamientos y protocolos de apoyo a quienes ven trastocada la libertad de trabajo reporteril.

Conforme los distintos organismos de esta naturaleza actúen con cautela y firmeza defendiendo a labor periodística que realizamos pero también retroalimentando entre los miembros de la organización cuando la razón no nos asista dignificaremos nuestra labor y no dependeremos de ninguna mesa defensora de comunicadores.

Cristina y Alejandro necesitan aprovechar la ocasión y acercar el colectivo  la fiscalía para que mediante talleres de capacitación quienes cubren la fuente conozcan los límites para trabajar pero al mismo tiempo la fiscalía como ente público cumpla con la labor de facilitar la tarea de los reporteros lejos de entorpecerla.

Una buena para el fiscal Ulises Ramírez Guillén en medio de ambiente demasiado tenso para reporteros y policías que sin bien es cierto no gozamos de gran amistad, nadie dijo que es necesario pelearnos en aras de sacar bien nuestro trabajo unos y otros.