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A la Báscula

Foto: Especial

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13 de Noviembre 2019

Cosas buenas que parecen malas

Julián Parra Ibarra

Una recomendación esencial de los antiguos hacia los jóvenes, era que no hiciéramos cosas buenas que parecieran malas. Y eso es justamente lo que la bancada de Morena en el Senado de la República realizó con el tema de la elección del nuevo titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), y además dio pie para que se pusiera sobre la mesa de las discusiones aspectos que no habían sido tema de debate en torno a quien, se supone, resultó electa: Rosario Piedra Ibarra.

Hasta antes de que se diera el proceso en el que se supone que habría resultado electa, la oposición poco o nada había discutido sobre la militancia morenista de Piedra Ibarra, quien fue candidata a una diputación por Nuevo León, y en sus redes sociales externa una gran admiración por Andrés Manuel López Obrador, lo que en un momento pone en duda su autonomía en relación con el Presidente, y si efectivamente el organismo pudiera ser un contrapeso para el titular del ejecutivo.

El día de la elección, se habrían depositado 116 votos, pero al momento del recuento solamente aparecieron 114, por lo que con esa cantidad y sus 76 votos obtenidos, Rosario Piedra resultaba la ganadora de la elección en el Senado. El problema desde el primer momento fueron esos dos votos que se ‘desaparecieron’, porque de haberse contabilizado tenía que haber obtenido 77 votos para proclamarse ganadora –es decir las dos terceras partes-, cifra que no alcanzó.

A Morena y a su líder senatorial, les faltó mano izquierda para manejar la situación, que de haberlo hecho de manera más transparente y despojados de soberbia, pudieron haber alcanzado su propósito sin tantos aspavientos. Pero no, tenían que haberlo hecho enturbiando el procedimiento y dando pie a que la oposición los exhibiera como tramposos, imagen que finalmente queda en el imaginario colectivo, al finalmente acceder a realizar una nueva elección. Esa decisión supone para muchos, la admisión de que actuaron tramposamente y por ello accedieron a que se repusiera el proceso.

Para esta nueva elección, la bancada morenista en la Cámara Alta deberá realizar un trabajo de cabildeo intenso y muy profesional si es que quieren llevar a la presidencia de la CNDH a Rosario Piedra Ibarra.

Este nuevo proceso no puede –ni debe- dejar el mínimo espacio para las dudas, tiene que ser claro y transparente y ahora deberán preocuparse por que el triunfo además sea de manera contundente. Ya no pueden volver a hacer cosas buenas que parezcan malas. Y en el anterior proceso, todo parecieron cosas malas.

@JulianParraIba