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Los Pinos, el paseo

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04 de Diciembre 2018

La Residencia Oficial de Los Pinos, el equivalente a la Casa Blanca, al Palacio del Elíseo, o la Casa Rosada de Argentina, o cualquier otro inmueble, habitación desde el primer día de algún presidente de la República, ha sido en el caso de la de México, convertida apenas unas horas de haber recibido la investidura de Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, en un museo abierto al pueblo.

Día 1 de diciembre y la cifra de visitantes que recorrieron la casa presidencial, alcanzó ya las 155 mil. Emocionados muchos, azorados, otros más con ganas de ver con detenimiento como vivía Enrique Peña Nieto, el último presidente que habitó la casa construida en 60 mil metros cuadrados, con varios jardines, fuentes, alberca, gimnasio, estacionamiento para 12 vehículos oficiales y que usaron varios presidentes, permanecen funcionando y cuidados de manera puntual en su estado de carrocería y motor, frenos y dispositivos eléctricos para subir el toldo de la unidad, equipada con barandal metálico en forma de media luna para que de ahí se sostuvieran con las manos, los presidentes, a su paso saludando al pueblo en recorridos desde el Auditorio hasta Palacio Nacional o de San Lázaro a Palacio Nacional o bien por Paseo de la Reforma a LosPinos, son parte ahora de lo público.

La orden fue clara y directa. En los Pinos no vivirá el presidente Andrés Manuel López Obrador y dicha residencia se convertirá en museo de de acceso libre y de recorrido sin restricciones. Mientras, ya tiene un proyecto para que se le haga un departamento atrás de Palacio Nacional en oficinas de la Secretaría de Hacienda. López Obrador no se mudará al nuevo domicilio hasta que su hijo menor, termine la primaria, es decir en dos años.

Y así, entrar a la residencia, subir por sus escalinatas que conducen a las habitaciones, o al despacho privado, el número 3 que tenía a disposición el presidente en turno, resultó mas visitado de lo que se esperaba.

El comedor para 22 comensales, la cocina, la cava de vinos, con más de 500 botellas de los más nos tintos o blancos o rosados. Los cognaques y whiskeys y todas las bebidas en existencia para atender a quien solicitara alguna. El tequila reposado y el mezcal del mejor añejamiento, los muebles con las finísimas vajillas, los cajones de los cubiertos y todo lo que puede tener una casa de presidente, ahí están abiertos al publico.

Las vitrinas y muebles que almacenan finísimas copas, vasos y cristalería, contrastan con los que almacenan mantelería y adornos de plata, conforman otra parte de la mansión. Una enorme biblioteca y en la planta baja, antes de salir a la puerta del estacionamiento de la puerta 4.

La oficina principal y sala de juntas, así como las oficinas de los que fueron secretarios particulares, las telefonistas del conmutador, un pequeño comedor par empleados y la sala de juntas con una mesa ovalada y pantallas en cada lugar, dotados de computadoras y al centro el sillón del presidente, fueron visitadas por miles de personas.

El detalle penoso que no faltó fue que en los pasillos centrales y laterales de los jardines de Los Pinos, estaban ya colocadas las ores de Nochebuena, dando el toque de las estas decembrinas y que cree amigo lector… se las robaron.

A ver si no limpian todo el mobiliario si es que no se pone una vigilancia más puntual y las visitas son guiadas y no que el primer día, cada quien agarró por diferentes caminos dentro de la casa oficial, de la residencia Lázaro Cárdenas, ya que Vicente Fox, se mandó construir unas cabañas muy elegantes y prácticas y al gusto de Martita Sahagún.

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