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Asignaturas Pendientes

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22 de Agosto 2019
AMLO reconoció que el crecimiento económico es una de sus asignaturas pendientes, pero garantizó que logrará no sólo el crecimiento, sino el desarrollo con justicia.

Sin lugar a dudas la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República ha provocado más dudas que certezas. Esa natural propensión que tiene a minimizar lo problemas y ocultar cosas se ha convertido en un dolor de cabeza para muchos mexicanos que lo observaron como el depositario de la esperanza que los ayudaría a salir de su postración económica. Hasta ahora sigue siendo un buen vendedor que por muchos años ha señalado por todos los rincones del país que con él al frente de la Presidencia de la República se terminarían los problemas de todos los mexicanos.

Pero una cosa es decir y otra hacer o consolidar un proyecto de desarrollo para todas las regiones de este país, que hasta ahora siguen manteniendo viva la llama de la esperanza por acceder a un futuro mejor. Sin lugar a dudas los estrategas que diseñaron esos lemas de “La Ciudad de la Esperanza”, o “por el bien de todos primero los pobres” fueron exitosos porque no tan solo se convirtieron en identidad gubernamental, sino que perduraron en el tiempo como slogans de campaña.

Si algo tenemos que reconocer del tabasqueño es su empecinamiento y decisión de seguir adelante aunque haya sufrido descalabros mayúsculos que para otros hubieran resultado letales. Supo capear el temporal cada vez que su refulgente estrella perdía brillo, disponer de fondos públicos de manera discrecional, y de realizar purgas constantes entre aquellos que se sumaban a su ya largo activismo político.

Finalmente logró su cometido y aumentó esa esperanza que sembró en todos los rincones del país, y su llegada a la Presidencia de la República se significó como uno de los fenómenos democráticos más controversiales de la historia de la post revolución, y aumentaron las expectativas populares y esa esperanza de la que habló durante tantos años en todos los rincones del suelo patrio. Para decirlo de otra manera, el hartazgo de los mexicanos decidió la germinación exitosa del proyecto de la “Cuarta Transformación”.

Pero no todo ha resultado miel sobre hojuelas, ni para los esperanzados mexicanos ni para el hombre que pululó por todos los rincones patrios sembrando encono contra los gobernantes tricolores y blanquiazules, aduciendo como único argumento que todos los problemas se resolverían cuando el gobierno encabezado por el tabasqueño alcanzara el triunfo.

La mala noticia es que el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció en el Foro Estrategia Banorte 2019, que el crecimiento económico es una de sus asignaturas pendientes, pero garantizó que logrará no sólo el crecimiento, sino el desarrollo con justicia. También reconoció que combatir la corrupción no es suficiente, pero sigue aferrado a su demagógico catálogo de frases rimbombantes que siempre la han dado resultado. Estamos llevando la cuarta transformación sin violencia, algunos podrán sentirse afectados pero estamos llevando a cabo el cambio. Y no solo es moralizar, es limpiar de corrupción para poder financiar el cambio. Lo que no dijo e que no es lo mismo prometer que cumplir, porque prometer no empobrece, cumplir es lo difícil.

 

Al tiempo. Vladimir.Galeana@capitalmedia.mx