Araceli relata hipocresía de presuntos feminicidas de Ecatepec

“Ahora comprendo que los dos sólo se burlaban de mi dolor”, dice convencida Araceli González Pérez, madre de una posible víctima de la presunta pareja feminicida de Jardines de Morelos: la menor de 13 años, Luz del Carmen Miranda González, su única hija.

Doña Araceli dice que tanto Juan Carlos N como su pareja, Patricia N, llegaron incluso a hacer amistad con ella, con la pequeña Luz y hasta con su esposo, con quien vivía hasta antes de la desaparición de la pequeña.

El modus operandi de la pareja consistía en ganarse la confianza de las víctimas y de su entorno, para que no sospecharan.

“Cuando los conocimos, ellos llevaban vida de pepenadores. Recolectaban PET para venderlo y sobrevivir. Era tan precaria su situación que a veces les invitábamos de nuestra comida; no diré que somos ricos, pero les compartíamos. En su casa hacía falta de todo, lo que provocaba que en ocasiones la pareja peleara”, rememora doña Araceli.

También recuerda que hubo ocasiones que los acompañaron a realizar declaraciones en torno a la desaparición de su hija. “Nunca imaginé que su cercanía sólo era para man- tenerse informados sobre cómo iba el caso”.

“Juan Carlos y Patricia me servían de paño de lágrimas, me alentaban para que todos buscáramos a Luz”.

Y es que la pequeña fue hija única, la que hasta la fecha tuvo Araceli con su esposo, del que se separó tras la desaparición.

“Ellos lo sabían y cuando se perdió, ninguno de los dos dio indicios de nada, todo el tiempo conocieron el paradero de mi hija”

“Ahora lo que pido es que se haga justicia. Desafortunadamente en México no hay pena de muerte, pero sí cárcel vitalicia y es lo que pedimos: justicia”, indica la mujer.

En entrevista, Jorge Miranda Rodríguez, padre de Luz, señala que la pareja de Juan Carlos y Patricia “se veía normal”, que tenían una buena relación, pero que Juan Carlos “abusó de nuestra confianza. Estos desgraciados nos engañaron, parecían buenas personas”.

“Durante la audiencia –dice Jorge–, Juan Carlos preguntó por sus hijos… Ahora sí le duelen sus hijos ¿y nosotros, que nos rompió todo?”, se pregunta el padre de la menor asesina- da, apenas sepultada en junio del año pasado, luego de que la Fiscalía dio con su paradero en un lote baldío de la colonia Lázaro Cárdenas.