Urge Canirac a municipio revisar precio de cervezas

Saltillo, Coahuila / 28 de Agosto de 2019

Por: Rodrigo Flores

Debido a que se han encontrado cervezas en 12 pesos a la venta en bares y restaurantes hasta en 12 pesos, la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados de Saltillo, pide las autoridades que revisen las bebidas en dichos lugares, pues podrían estar adulteradas.

De acuerdo con Fabio Gentiloni, presidente de la Canirac, el costo de 12 pesos no es un precio que alcance para cubrir los gastos, por lo que representa una competencia desleal.

“Cada quien hace lo que quiere, pero a raíz de eso todo mundo empezó a irse a 17 pesos, luego llega Xitla a 12 (pesos),  dices no es normal, cuáles son los márgenes, no sabemos si el alcohol está adulterado, no podemos regular, es un tema de libre mercado”, reprochó.

Por lo que dijo, los integrantes de la cámara buscarán hacer frente a esta problemática con estrategias de mercado, pero piden a las autoridades competentes, revisen la situación de estos establecimientos ante el riesgo de que sea alcohol adulterado. 

“No entiendo cómo le hacen, cuál sea su estrategia para venderla a 12 pesos, checar si no están adulteradas y el alcohol; yo creo que al municipio es al que le compete ir a checar cómo está todo eso.

“Si tu te das cuenta, la mayoría de los negocios afiliados a la Canirac, la cerveza más barata que tienen la vas a encontrar entre 19 y 20 pesos (por unidad), de ahí es para arriba hasta llegar a los 45 pesos”. 

Y es que el empresario asegura que lo que busca es que las personas no consuman de más pues ante la cerveza barata, los ciudadanos pueden ingerir altas dosis y verse involucrados en accidentes viales.

Desde que inició la administración actual de Saltillo se han hecho importantes esfuerzos para evitar que las personas conduzcan en estado de ebriedad, instalando alcoholímetros en diversos puntos de la ciudad.

De acuerdo con los últimos datos, los jóvenes son los que se ven más involucrados en accidentes vehiculares por tomarse unas copas “de más” por lo que insisten las autoridades en no manejar en estado inconveniente.