Tarda policía local en dar auxilio a comercios

Por: David González

Tras la implementación en Saltillo del botón de pánico, un dispositivo que se implementó como estrategia para contrarrestar el robo a comercio, a través de una conexión telefónica con el Centro Integral de Administración y Planeación (CIAP) y la Policía Municipal, éste ha sido un total fracaso ante el descuido de las autoridades municipales, señalaron empresarios de distintos giros con operaciones en la capital del estado.

Aseguraron que a pesar de que las autoridades municipales se comprometieron a que el tiempo de respuesta sería de tres minutos, éste se triplicó, pues en promedio tardan 10 minutos en atender una emergencia.

Carlos Gutiérrez, dueño de una de las ferreterías del centro de la ciudad, mencionó que de nada sirven los botones de pánico que fueron instalados en su negocio, pues el robo hormiga es el que más afecta y para cuando se da cuenta de la sustracción ya es muy tarde.

Así es como resumió la ineficiencia de este dispositivo que está conectado a una línea de auxilio de la corporación de la Policía Preventiva Municipal y que en un principio, durante hace más de cinco años fue una propuesta para desalentar los robos, sobre todo en el Centro Histórico, pero que a través del tiempo, el proyecto se convirtió en un “elefante blanco” de la administración de Isidro López.

Aceptó que en un principio, él como otros comerciantes, desde la pasada administración recibieron la propuesta que fue recibida con esperanza; sin embargo, con el paso del tiempo y la desatención de las actuales autoridades, quedó obsoleta.

“Muchos compañeros dicen que activan el botón de pánico, que en un principio nos prometían que en tres minutos se contaba con una respuesta de la policía, pero con el tiempo ya ni caso le hacen”, contó.

Explicó que en el primer cuadro de la ciudad, el problema es el farderismo y ese no se puede atacar de manera virtual, sino que se debe contar con una presencia y patrullaje continuo en las afueras de los negocios.

“Qué ganamos con este botón si se esconden la mercancía, se salen y es cuando uno hace un corte o revisión cuando detectamos el faltante”. Aseguró que es cuando se tiene un asalto en el momento o se pude detectar a gente saqueando el negocio cuando debería funcionar el dispositivo, pero que muchos de los botones no sirven, pues la reacción de las autoridades es muy lenta.

Mencionó que en las primeras reuniones con las corporaciones se hablaba de 600 botones de pánico que se instalarían principalmente en comercios y algunas oficinas como notarías.

Sin embargo, reveló que según sus colegas, sólo la mitad funciona, pues este dispositivo se olvidó y se fue averiando y aunque aclaró que no tiene ningún costo, muchos prefieren no hacer la solicitud ante los malos comentarios de su eficacia. Tan sólo en una manzana de la calle Allende, donde se cuestionó si tenían el dispositivo, sólo tres de una veintena de negocios aceptaron tenerlo, pero señalaron que no era de mucha ayuda.

Hoteleros coinciden

El presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Coahuila, Héctor Horacio Dávila, aseguró que los botones de pánico no otorgan el servicio adecuado, porque no hay una respuesta inmediata por parte de las autoridades municipales, pues tardan más de 10 minutos en llegar.

Explicó que el comercio organizado, hoteles y otros negocios prestadores de servicio como los restaurantes tienen el botón de pánico y funciona también como inhibidor de asaltos, porque los malhechores no saben dónde están ubicados.

Lamentó que no exista una respuesta inmediata al dispositivo, y tampoco a través de una llamada directa, pues hay tardanza hasta para levantar el teléfono.

Alcalde reconoce inutilidad

Tras asegurar que los botones de pánico fueron un fracaso ante la inoperabilidad del servicio, el alcalde de Saltillo, Isidro López, propuso un nuevo modelo del sistema de seguridad.

El nuevo modelo que propone tendrá la capacidad de enlazarse con las cámaras del Centro Integral de Administración y Planeación (CIAP), lo que sería un arma de doble filo para los comerciantes, pues fácilmente, las autoridades sabrían de sus movimientos. López Villarreal afirmó que el modelo requiere de una inversión cercana a 10 millones de pesos para su adquisición.

“Lo que permite es que las cámaras que estén ahí en los comercios se puedan ver en el CIAP, estamos haciendo convenios para que el botón de pánico tenga acceso a las cámaras de seguridad de ellos”, comentó.

El funcionario municipal explicó que el objetivo de las cámaras es observar en tiempo real cuántas personas están involucradas o en riesgo, así como las características del o los agresores.